Una rana, un pececillo y un calamar...

in spanish •  7 years ago  (edited)

Mi niño comprende que el calamar no es de agua dulce, pero lo escoge para que "nade" en el estanque de resina que eligió comprar las navidades pasadas. También se decide por un pececito y una rana que viene pegada sobre un nenúfar. Los hemos adquirido en el mercadillo navideño del parque de mi ciudad, Málaga. Mis padres me llevaban de pequeño a comprar algún personaje del Belén a ese mismo lugar. Ya de adolescente, íbamos mis amigos y yo a comprar bengalas y petardos y artículos de broma a esos mismos puestos navideños del parque. Supongo que se convirtió en una especie de tradición para mí que, ahora, le voy transmitiendo a mi hijo.
Anteayer pusimos el árbol de Navidad en casa, pero él puso todas sus energías en centrarse en el portal de Belén, uno de esos que llevan pegado un musgo artificial que te lo pone todo perdido de ramitas verdes.
Belén calamar.JPG

Ese viejo portal de madera lo obtuvo mi padre -el abuelo que mi hijo no llega a recordar, sólo le sobrevivió de bebé- comprando el periódico en el que yo escribía, un día tras otro, fielmente, hasta completar la promoción editorial con que se obtenía el regalo. Una de esas promociones que pretenden fidelizar al lector de prensa regalándole artículos que poco o nada tienen que ver con la información, y que sólo conseguían darle un pequeño empujón a las ventas de esas semanas sin capturar ni un lector nuevo cuando la promoción se había terminado. La afición por leer el periódico viene de un hambre por la noticia y por comprender lo que pasa en el mundo que se ha de fomentar desde la escuela en cada sociedad. Hoy por hoy, con la competencia del formato digital, comprar el periódico de papel, que ya antes no dejaba de ser una opción no mayoritaria, se ha vuelto residual.
El portal venía estaba embalado en la misma caja de cartón que sigo usando, algo reciclada con cinta de adhesiva. En la entrada de ese pequeño establo, junto a todas las figuritas del Belén que también se obtenían por entregas, se encuentra hoy el pequeño riachuelo donde cohabitan, desde anteayer, un calamar, un pececillo y una rana…

Alumbrado navideño calle Larios. Málaga 2017

Volvimos mi niño y yo desde el parque atravesando la encendida, abarrotada y céntrica calle Larios de Málaga.
Mi niño y yo, para no terminar atorados en el gentío que caminaba sin orden aparente, atajamos por los senderos de tierra donde están plantados los árboles. Y qué pena…
En vez de disfrutar por esos caminillos en penumbra oliendo a humedad vegetal, nos dimos cuenta de estábamos pisando basura. Comprobamos que provenía de familias que merendaban sentadas en los bancos o apoyadas en los troncos de los árboles que, amparados en la oscuridad, tiraban los envoltorios de los bocadillos, los envases vacíos de batidos de chocolate y las cajas usadas de bombetas y petardos directamente al suelo. Incluso un grupo de adolescentes que estaba de okupa en el parquecillo infantil hacía lo mismo con toneladas de cáscaras y bolsas de pipas y latas arrugadas de cerveza.
Cuando, tras dejar esa desilusión atrás, nos encaminamos a donde el coche estaba aparcado, subiendo por la mencionada calle Larios, completamente atestada, nos dimos cuenta de que no conseguíamos avanzar. La mayoría de personas que parecían transitar por ella se paraba una y otra vez sin avisar para hacerse un selfie y luego otro y otro con la celebrada iluminación navideña sobre sus cabezas.
-Papá, pero ¿cuándo vamos a llegar?... me preguntaba mi niño con cansancio infantil, pero agarrado como a una balsa a la bolsita donde atesoraba, con la ilusión de echarlos a nadar en el pequeño estanque de su Belén, una rana que viene sentada sobre un nenúfar, un pececillo azul y un imposible calamar...
Calamar en Belén.JPG

Casi Felices Fiestas, ya, a tod@s

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Bella historia @domidelpostigo, exceptuando el horrible cuadro de tener que andar por caminos saturados de desperdicios.

Sí, @darius86, fue la desilusión de la tarde, pero, como canta Serrat, nunca es triste la verdad... Gracias y Buen finde!