Una noche bajo la lluvia.

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La fuerte seducción y atracción entre ambos fue tan intensa que sus besos recorrieron gran parte de sus sueños anhelados, sus besos eran cada vez más apasionados y sensuales, entre mordidas de labios y lenguas.

Recorrían cada centímetro de su piel con sus manos y piernas, la excitación mental era cada vez más intensa, los latidos de sus corazones eran cada vez más rápido, su respiración era lenta y serena pero el grado de excitación entre ambos era evidente sus miradas se cruzaron y es allí donde comenzaron a desvestirse, Gerardo noto el intenso calor que había dentro del auto y el sudor del cuerpo de Antonella, aún seguía lloviendo con fuerza.

La chica lo tomo por su camisa con fuerzas, desgarrando su franela y besando como nunca antes su cuerpo, el comienza a besar su abdomen y a tocar sus senos el comienza a besarlos y masajearlos de una forma muy sensual, causando una excitación descontrolada en la mente de Antonella ella se retuerce de placer y gime de gusto pleno.

Ella posa su cuerpo sobre Gerardo, el introduce su genital dentro de ella, tras la penetración ella gime de placer y excitación constante dentro del acto sexual el sudor recorre sus cuerpos humedeciendo cada rincón del auto, empañando y condensando el vapor de sus cuerpos, en el vidrio del auto. Dando paso a una noche húmeda y extremadamente sensual.

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Tras el intenso calor acumulado dentro del auto, abren la puerta trasera del carro cayendo en el pavimento húmedo y aún bajo el estruendo de la lluvia el deseo sexual se intensifico, sus manos húmedas intensificaron la pasión y el placer de ellos envueltos en un acto duradero y sin fin alguno, el besa cada centímetro de su piel, haciéndola entrar en un éxtasis de seducción como ninguno antes, él llega al punto de eyaculación gimiendo con fuerza y placer y ella contempla su momento con un orgasmo rápido y sensual.

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Sus besos y caricias bajo la fuerte lluvia, causaron un placer y una excitación mental y corporal suficiente para detonar un segundo encuentro sexual, ya al finalizar la dramática copulación, entraron al auto. Antonella con una gran sonrisa en el rostro observa a Gerardo y le dice: "fue genial, recordé cada vez que lo repetíamos cuando jóvenes" a lo que Gerardo contesta "Pero podemos repetirlo". En medio de esto la lluvia se detuvo y la falla del automóvil desapareció.

Pronto la segunda parte de este relato erótico.

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