Un saludo estimados y estimadas stemians! Lamento que este post no sea muy agradable, pero se trata de hechos que acontecen en el mundo y que son importantes conocer.
El pasado viernes 7 de febrero el gobierno de Botsuana ha realizado la primera subasta de “cuotas” para la caza de elefantes. Una política que viene en concordancia con el levantamiento de la prohibición de asesinar a estos animales, acontecido en mayo del 2019.
La oferta del gobierno consistió en vender “paquetes” de 10 elefantes cada uno, para que sean asesinados por los mejores “postores”, quienes deben tener una empresa constituida y la solvencia económica para cancelar 18.000 dólares en caso de que sea necesaria una fianza.
Haciendo gala de su mejor cinismo, el gobierno presidido por Mokgweetsi Masisi llega a afirmar que la prohibición de caza de elefantes existente en dicho país desde del año de 2014 estaba trayendo un “impacto negativo” en las comunidades, dado los presuntos conflictos entre elefantes y habitantes de la localidades cuando estos se presentaban.
Ante esto, la flamante solución del gobierno no es otra sino vender licencias que permitan la masacre de dichos animales, que en última instancia el único delito que cometen es vivir en las tierras en las que siempre han vivido, y en las que desde hace siglos han coexistido con todas las especies incluyendo la especie humana.
La temporada de caza se desarrollará entre los meses de abril y septiembre de este año y a los cazadores extranjeros se les permitirá llevarse el cadáver como “trofeo” si así lo desean.
Ante este lamentable crimen no podemos más que expresar nuestro rechazo. Y hacemos un llamado a que no nos quedemos de brazos cruzados ante esta atrocidad. Si bien Botsuana queda lejos de nuestro alcance eso no impide que desde todo el mundo quienes defendemos la vida podamos incidir en las criminales políticas del gobierno de Bostuana, por el contrario es mucho lo que podemos hacer: coordinar campañas masivas en redes sociales, posicionar etiquetas rechazando estas “subastas”, organizar protestas pacíficas en las representaciones diplomáticas de Botsuana que existan en nuestro país, nada que se haga será poco para detener esa barbarie que representa un retroceso, y un grave daño para la vida de nuestros hermanos del reino animal.