Organismos internacionales como la OEA tienen tiempo denunciando la falta de garantías constitucionales y democráticas en Venezuela; al igual que la oposición venezolana, la cual ha cedido a dialogar con el gobierno en República Dominicana. Por su parte, los ciudadanos venezolanos parecen más desanimados que nunca, según encuestas, más de la mitad de los opositores ya no tienen fe en la MUD, la principal coalición de la oposición, ni tampoco en los candidatos adversos a la *“Revolución Bolivariana”* que se han presentado para los próximos comicios presidenciales de este año.
Las aplastantes victorias electorales del gobierno este año lograron su objetivo principal; dejar sin aliento a los millones de venezolanos que claman una transición política en el país para sobrevivir a los resultados de 20 años del modelo chavista.
Recordemos que la elección de la Asamblea Nacional Constituyente se ejecutó mientras el país enfrentaba un fuerte estallido social que dejó más de 140 muertos entre marzo y julio . Muchos aseguran que el gobierno aprovechó la atención que la oposición daba a calentar las calles, para ellos ejecutar su estrategia de consolidar el modelo castrista a través de los comicios constituyentes propuestos por Nicolás Maduro.
Más tarde, con una oposición desanimada, derrotada en las calles y dividida por quienes apoyaban y no los diálogos que se suscitaron en República Dominicana, nuevamente el gobierno de Maduro tomó la delantera en las elecciones regionales convocadas por el subordinado Consejo Nacional Electoral. Esta vez, centros electorales, de mayoría opositora, fueron removidos hacia otros lugares, obligando a miles de votantes a moverse de un región otra. Una estrategia que muchos acreditan al PSUV y que fue ejecutada por el CNE dejando como resultado unos miles de votos menos para la oposición en comparación con las últimas elecciones legislativas, donde la bancada opositora había logrado una aplastante victoria apenas en 2015.
Hambre, desesperación y desgano era la cara de millones de venezolanos que una vez más fueron convocados a las urnas, esta vez para las elecciones municipales.
La victoria del madurismo en los comicios regionales dejó más desánimo para millones de opositores, donde solo participaron como observadores países de Unasur, aliados al gobierno. Sumado a esto, la inflación rompió barreras económicas y el dólar no preferencial subía a niveles astronómicos; hambre, desesperación y desgano era la cara de millones de venezolanos que una vez más fueron convocados a las urnas, esta vez para las elecciones municipales.
Tres comicios en un año, algo que no se veía en muchos años de historia. El resultado era el esperado, la abstención fue el protagonista de la jornada comicial y la penosa victoria con menos el 50% de participación fue una vez más para el gobierno de Nicolás Maduro.
¿Tienen una cara democrática las elecciones presidenciales en Venezuela?
Ahora, en 2018, los principales líderes de la oposición de años anteriores como Henrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, están inhabilitados políticamente y su carrera pareciera morir por metástasis inducida ante la falta de respaldo y la persecución política que sufren por parte de los poderes sumisos al gobierno. Sin estos personajes icónicos para el pueblo opositor, el CNE ha convocado nuevamente a elecciones, comicios presidenciales que fueron llamados a celebrarse de manera “express”, apenas a cuatro meses de su convocatoria.
Para abril eran las elecciones convocadas por Tibisay Lucena, presidente del ente electoral, pero, los comicios fueron desplazados para mediados de mayo
¿Por qué?
fuente
Pareciera que el gobierno es como el asesino que luego llora a su víctima. En los últimos dos años la estrategia de tomar todos los poderes públicos, subordinarlos, deslegitimar a la oposición venezolana y dejarlos divididos funcionó, sumando la inhabilitación de los principales líderes políticos. Ahora el madurismo pareciera temer por el resultado; no tener rival de peso para medirse en elecciones presidenciales. Hasta ahora, el gobierno muestra querer darse un baño de democracia ante la comunidad internacional y al mismo tiempo afianzar el modelo, pero el problema es que en los últimos años se encargaron de matar políticamente la rivalidad y la descentralización de los poderes del estado.
Ganar con otra aplastante victoria o con alta abstención podría ser tan sospechoso o riesgoso para el gobierno como perder las propias elecciones. Ni el candidato evangélico, Javier Bertucci, ni Henry Falcón parecen ser suficientes para los millones que sufren por la fuerte inflación y claman un liderazgo capaz de vencer en el combate electoral, aun cuando existe un árbitro totalmente parcializado por el régimen. Pareciera que el sistema implementado en Venezuela buscó tanto desanimar al pueblo venezolano (a través de la crisis social, política y económica) que ahora el hambre en Venezuela no deja espacio para la sed de elegir, de votar, de democracia.
Muchos manifiestan en las calles la poca fe que tienen en las elecciones, en el poder electoral y en los candidatos que se han postulado. Ante esto, el Consejo Nacional Electoral ha decidido desplazar un mes más los comicios presidenciales en aras de *“cumplir con los diálogos en República Dominicana”* y de dar el tiempo para que aparezca en la palestra política un candidato opositor que anime lo suficiente a la gente a competir en la carrera electoral, un candidato opositor de peso pero ¡claro!, que no sea lo suficientemente fuerte para vencer en las urnas, manchadas de parcialidad, a la Revolución Bolivariana.
(
https://www.youtube.com/channel/UCoCLOiWGYw1JyA_GkFv6rKQ)
Candidatos pocos populares, historial de abstención en las últimas elecciones, un CNE parcializado con el gobierno y la carencia de verdadera observación internacional dejan mucho por pensar sobre qué tan democrática será esta *“fiesta electoral”* donde el candidato favorito sigue siendo Nicolás Maduro, el presidente menos querido de la región y con la inflación más alta del mundo.
Por acá les dejo algunos capture que tomé a la hora de diseñar la portada de este post
)
Gracias por tu tiempo para leer este post. Sé que no es un cuento y no hace honor a nombre de usuario, pero esto es una historia real que enfrenta Venezuela a pocos días de las elecciones presidenciales.
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Que triste la realidad política de Venezuela, veo que latino América no se escape de gobiernos como el de Chávez y Nicolás,estos son financiados por las grandes potencias como Rusia y China, es la eterna lucha por el poder, los pobres son más y son los que menos han de leer e interesarse por indagar en la verdad, mientras sea así los políticos siempre manipularan y logroran chantajear al pueblo para conseguir votos.
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