Cada amanecer, es una nueva oportunidad, para que Juliana cumpla sus propósitos de vida, pero algo siempre pasa, que impiden que cumpla a cabalidad sus planes diarios:
¿Y tú? ¿A partir de ahora, qué vas a trenzar?
• El lunes, el bús la dejo en la parada.
• El martes, el síndrome menstrual y su humor de perro bravo.
• El miércoles, la lluvia y las calles inundadas.
• El jueves, una fuerte gripe por el cambio climático.
• Y el viernes, bueno ya es viernes y los propósitos deben iniciarse los Lunes.
Pero el día que decidió trenzar su cabello, algo mágico pasó, un arcoíris de oportunidades abrió el compás y día a día fue trenzando circunstancias, amor, lealtad, solidaridad y paciencia, siempre escuchó, de la voz de su abuela paterna, que la vida es una trenza que hay que saber tejer, porque cada vez que entrelazas tu cabello, el universo conspira a tu favor.
Aún recuerda con risa, lo que decía su mamá: ¡Si te trenzas el cabello, no te pegan los piojos en la escuela! Jajaja y también tenía razón.
Juliana, siempre mantenía en su mente, como un aviso de publicidad, “La vida es una trenza”-realmente es cierto o eran cosas de la abuela- pero algo pasaba, cada vez que trenzaba su cabello, no sabía si era la fe a las palabras de la abuela, pero todo le salía súper bien, era como si dejara en cada trenza todo lo que obstaculizaba sus planes o la llenaban de paciencia y entretenían su mente.
Cierto día, iba apuradísima al trabajo de medio tiempo, que alternaba con sus clases universitarias, tenía las uñas rotas de tanto morderlas, las rodillas raspadas de una caída tonta, cruzando la calle, pero el brillo de sus ojos y de su sonrisa siempre se mantenían, no había una chica igual a ella, tan llena de ánimo y amor por lo que hace, vivía entretenida en la magia de la vida, siempre buscaba ir más allá, muy a pesar de los obstáculos; y no era casualidad que trabajara en una librería, donde podía rebuscar entre páginas una vida alterna, meterse de lleno en esas historias literarias llenas de amor y tragedia.
Su pasión por los libros, la hacía desencajar con las personas de su entorno, mientras los universitarios andan de fiesta en fiesta, la vida silenciosa de Juliana, pasaba desapercibida para los demás, siempre sola, sentada sobre la grama fresca de su facultad, muchos la criticaban y le decían calificativos para nada cariñosos, y ella ciertamente no le daba importancia, porque estaba trenzando la vida a su manera.
Trenzar la vida, que termino más bonito, cada quien trenza la vida a su gusto, a su tiempo, a sus necesidades, a sus deseos, a sus sentimientos, a su corazón y a su disposición; y Juliana siendo una chica de 19 años, lo tenía muy claro.
Juliana no solo trenzaba su cabello, la música también forma parte de su vida y sus manos entrelazadas a una guitarra, también hacían vibrar su alrededor, el romanticismo era su principal sinfonía, no había quien se resistiera a escuchar, las hermosas notas que sus dedos producían con las cuerdas, ella sola en su habitación y más de uno, preguntándose de donde venía tales notas.
No hay duda, de que cuando trenzamos los momentos, cuando trenzamos las tristezas, cuando trenzamos las alegrías, cuando trenzamos sonrisas, cuando trenzamos el brillo de nuestros ojos, el universo conspira a nuestro favor, algo mágico y sin explicación sucede, algo supremo y angelical acude a nuestra vida.
No hay días buenos, no hay días malos, solo hay días y tú tienes la facultad, de trenzarlo como mejor te parezca.
Ahora, Juliana, no solo trenza su cabello…Ahora ¡Aprendió a trenzar la vida!
Muy buena publicación! Ideal para motivarnos y darle la mejor forma a nuestros días. Saludos (@jecenteno)
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
Gracias por visitar mi post!! Que bien que te gustó!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit