Saludos amig@s de STEEMIT, yo aquí en casa, reflexionando y aprendiendo, para compartir y continuar el camino con mayor seguridad.
Hoy día, una de las cosas que lamentablemente poco hemos reconocido, es nuestra capacidad de no comprender a otras personas, luchamos porque nuestra razón sea la única y la verdadera, dejando que la idea de los demás no se vea, o al menos no se explore para que se reconozca algo que nos pueda ayudar. Estas situaciones incluso nos lleva a una cerca que nos colocamos, y donde no dejamos entrar a nadie, por consecuencia nos damos cuenta que entonces nos alejamos de quien nos pudiera ayudar.
Esta práctica que hemos incorporado a nuestras gestiones, incluso a lo personal, nos muestra lo que debemos evitar, ya que se trata de no sólo oír lo que nos dicen, debemos ir más allá y entender lo que nos hablan, por más que podamos conocer que sólo se trata de algo que no nos pueda interesar, pero para saber eso entonces debemos escuchar e interpretar para descartar.
Efectivamente, para entender y lograr sacar algo interesante de otras personas, debemos escuchar lo que manifiestan para nosotros poder excluir lo que no nos interesa o que simplemente para ese momento no necesitamos, y haciendo esto podemos ganar muchas cosas, ya que no es sólo oír, es escuchar, y la diferencia es bastante.
El vocablo escuchar significa ‘poner atención o aplicar el oído para oír [algo o a alguien]’. Por tanto, la acción de escuchar es voluntaria e implica intención por parte del sujeto, a diferencia de oír, que significa, sin más, ‘percibir por el oído [un sonido] o lo que [alguien] dice’.
Podemos entonces ejercitar fácilmente esta circunstancia, como por ejemplo cuando interrumpimos a alguien antes de culminar una oración, no sólo atropellamos o irrespetamos la norma, si no que no escuchamos lo que nos pueden decir, quizás sea algo que en realidad no nos interese, pero esto no lo sabremos hasta que la persona o emisor del mensaje no culmine el mismo.
Cuando me refería a ganar en este sentido, es algo bastante placentero cuando lo aprendemos, en mi experiencia el escuchar me ha permitido aprender de otras personas y mejorar incluso cada día, de allí podemos determinar muchas cosas, respeto hacía lo demás y ganamos nuestro espacio, no dejaríamos excusa para aquellos que les gusta expresarse así no tengan la razón, podríamos también descubrir nuevas ideas, incluso que nos puedan ayudar a resolver alguna situación, de ese momento o también de otros, y hasta en el futuro. Y así otras cosas que podemos descubrir escuchando a los demás, aunque a veces no tengamos esta disposición debemos aprender a formarla sobre todos en los momentos más difíciles.
Para mi ha sido muy importante escuchar más que oír, las experiencias como supervisor, como padre, como familia, como amigo, como esposo y en momentos circunstanciales, me han ayudado a mejorar mi carácter, pero sobre todo es el hecho de entender en el mismo momento las razones que me pueden llevar a cambiar de opinión o decisión sobre algo, y allí es lo interesante de esto, ya que cuando existe ese momento se puede imponer la terquedad o el temperamento y entonces cometemos el error de colocar esto encima de nuestra razón y llevarnos a cometer el error.
En el momento que un hijo se te acerca a comentarte algo que hizo y que considera que es malo, si no lo escuchamos no podremos ayudarlo a definir si de verdad lo sucedido fue algo malo o bueno, y así puede ser con todo, al momento de tomar decisiones en nuestro trabajo, nuestras casas, en nuestro núcleo social o junto a nuestras familias.
Necesitamos escucharnos y debatir las razones que nos llevan a pensar distintos para poder entendernos y comprender cuál es el camino que debemos tomar, en lo político es algo difícil, y nos pasa en todo momento, por ello el que consigue el poder no quiere soltarlo, ya que se la hace cada vez más difícil escuchar y por consecuencia termina haciendo lo que el o ella considera, sin tomar en cuenta otras opiniones.
Mi intención es llevar este tema al debate, ¿Qué hacemos con mayor esfuerzo, oír o escuchar? - ¿Porqué sólo parece que escuchamos lo que nos interesa? - ¿Qué nos hace falta para escuchar más que oír?
Nos veremos luego, con este mismo temas y otras intríngulis que de este derivan, es extenso e interesante entender para poder resolver.
Eber Morin