JESUCRISTO QUIERE Y PUEDE SANARTE

Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. te invito a que continúes leyendo y conozcas, que no hay enfermedad tan grande que Cristo no pueda sanar.

En un mundo en donde no se le presta atención a las sagradas escrituras, predomina la ignorancia y la incredulidad. Muchos perecen porque les falta conocimiento.
¿PERO CUAL ES LA REALIDAD ESPIRITUAL? ¿PUEDE JESUCRISTO SANAR NUESTRAS ENFERMEDADES?
La respuesta es Si pero requiere de ti para creer y recibir esa sanidad que tanto anhelas.

Marcos 1:40-42: "Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio."

En la antigüedad cualquier persona que tuviera lepra era echado fuera de la ciudad, para que la enfermedad no siguiera propagándose. Vemos aquí en esta porción de la palabra a un hombre desechado socialmente, abandonado a su suerte, sin nadie que le ayudase. Este hombre pudo haber pensado ya estoy acabado, este es mi final, ya no tengo fuerza si quiera para luchar contra esta tormentosa enfermedad. Una enfermedad que afecta toda la piel y que es sumamente dolorosa.
Este hombre tuvo un encuentro con el Salvador del mundo aquel que tiene todo poder para sanar. Este hombre había escuchado hablar de Jesus y de su poder para sanar, cuando le vio, el solo se postro ante Jesus, se rindo por completo ante el, estaba rindiendo su vida y estaba sometiéndose a la completa voluntad de nuestro Salvador.
Dicen las sagradas escrituras que este hombre que estaba lleno de lepra vino ante Jesus y aquí vemos 3 características para la sanidad de este hombre:

1. El hombre leproso vino rogando: es decir venia suplicando, venia con corazón contrito y humillado, venia reconociendo que Jesus era y es una autoridad superior en su vida y por eso no venia a exigirle su sanidad, sino a rogarle que por favor le sanase.
2. El hombre leproso vino e hincada la rodilla: en el libro de Lucas podemos observar esta misma historia y se nos es aun mas detallada:
   Lucas 5:12: "Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme."
   La actitud de este hombre lleno de lepra que necesitaba una sanidad es apreciable y maravillosa, El vino y con el rostro en tierra rogaba por su sanidad, esto demuestra su humillación ante Cristo es decir vino con toda humildad y sencillez de espíritu y con un corazón totalmente rendido ante el poder y magnificencia de Cristo.
3. El hombre leproso exclama Señor si quieres puedes limpiarme: Esta exclamación, nos demuestra que este hombre se estaba sometiendo a la perfecta voluntad del Salvador :Si tu quieres puedes limpiarme ¿Este hombre quería su sanidad? Por supuesto que si, el anhelaba con todo su corazón ser sanado, pero quería que la voluntad de Dios fuera primero en su vida.

Estas son algunas imágenes de lo que es la lepra:

La respuesta de nuestro Salvador

Marcos 1:41:"Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio."

Cuanto amor y tan grande bondad el Señor le mostró a este hombre que estaba rendido ante el; su respuesta fue afirmativa, fue positiva, le dijo: Quiero, se limpio. Jesus, le dijo: Quiero, es decir quiero sanarte, quiero limpiarte, estoy dispuesto hacerlo. Y luego Jesucristo dio la orden: Se limpio, ¡Que extraordinario! Dice su palabra, que inmediatamente el hombre quedo sano, su lepra desapareció, había obtenido su sanidad, había quedado libre de su azote. Gloria a Dios un encuentro con su salvador quito la carga tan pesada que le era su enfermedad.
Y sabes que es lo mejor que Jesucristo sigue siendo el mismo: hoy, ayer y por los siglos de los siglos; en el no hay cambio, ni sombra de variación.
Rindete ante sus pies y pídele con toda humildad que sane tu enfermedad, toma el ejemplo de este hombre leproso que movió a Jesús a misericordia, por su corazón sediento de ayuda, pero por encima de todo, de sometimiento a la voluntad de Dios, estoy completamente segura, que si te humillas y te rindes cualquiera que sea tu enfermedad, puede ser sanada hoy, solo necesitas tener fe en Dios y un milagro veras suceder.

Recuerda: Cristo pago el precio de tu sanidad en la cruz del calvario. Ven, acércate a El y dile: Si quieres puedes limpiarme, Si quieres puedes sanarme. Rindete,Humillate,Y Sometete a su perfecta voluntad y cualquiera que sea tu enfermedad, El responderá ¡QUIERO, SE LIMPIO! ¡QUIERO, SE SANO!