En el ensayo titulado “Vinotinto: elogio conjugado en presente”, Willy McKey, quien es su autor, expresa, en nombre de todos los venezolanos, su orgullo por el equipo nacional de fútbol: por el ejemplo que la Vinotino le dio al país al enfrentarse contra Paraguay y otros desafíos en la semifinal de la Copa América 2011 y, sobre todo, al no rendirse ante ellas. McKey llega a sus lectores a través de ilustraciones, oraciones profundas y cargadas de sentimiento, pues busca que se recuerde lo sucedido y que la audiencia se vuelva a enorgullecer.
En paralelo, está la publicidad audiovisual del equipo Estudiantes del Caracas, en la que utilizan al fútbol también como causa de alegría, pero de forma diferente: los jugadores son niños que aún no han nacido. Esto lo logran a través de un software que detecta las pataditas de los bebés en las barrigas de sus madres y los traduce en acciones en un campo de fútbol virtual. Evidentemente, se utiliza una tecnología moderna que se aplica a las participantes -y a sus hijos- en un salón en el que puedan compartir el talento de sus bebés. La publicidad cumple con su objetivo: llegar a los sentimientos de los televidentes a través de la alegría sincera de las futuras madres. Además, fácilmente despierta la sensación de un futuro talentoso en el campo de juego.
El escritor Willy McKey afirma que “la Selección Nacional de Venezuela puede aprender de lo arduo del camino recorrido y convertirse en un referente de humildad y avance, de futuros posibles, de cambios que sólo pueden darse con el tiempo y después de superar errores que den lugar a los aciertos” (39). Por otra parte, los Estudiantes del Caracas buscan exhibir que cuando llega una nueva vida al mundo, llega un nuevo talento, que quizás esté guardado, pero que con apoyo y perseverancia, haciendo crecer los dones, se puede llegar lejos.
Ciertamente, a través de la dedicación, esfuerzo y perseverancia se pueden lograr grandes cosas, como unir a una nación o descubrir los talentos desde corta edad, y tan solo con la pasión del fútbol. Pero más importante es la capacidad de ignorar las críticas destructivas, las desmotivaciones y los obstáculos por medio de la superación personal.
El antiguo coach de la Vinotinto, Carlos Saúl Rodríguez, en su libro “No es cuestión de leche, es cuestión de actitud”, narra una escena que vivió con la selección nacional, en la que el equipo le ganó, luego de décadas de derrota, al gran equipo del Perú, campeón de la región en ese momento. Los jugadores no se daban cuenta de la realidad, pues decían que su triunfo fue debido a “leche” (modismo que se refiere a la suerte), en vez de entender que se debió a la gran motivación que tenían y el olvido del pasado. Así, se debe comprender que la vida no siempre es color de rosas, algunas veces no se alcanza la meta… pero lo importante es recordar que si con un pie se cae, con el otro se levanta.