Cerca de las costas estadounidenses, en el triángulo formado por Florida-Bermudas-Haití, está el llamado "Sky-Trap", o trampa del cielo. De día y de noche viajan por ese lugar numerosos barcos y aviones, cuyos tripulantes se internan en él, temerosos, pues saben perfectamente que a veces suceden cosas extrañas que nadie puede explicar.
El 5 de diciembre de 1945, cinco bombarderos Avenger despegaron de la base aérea de Fort Lauderdale, en Florida. Debían alejarse 160 millas hacia el este, dar vuelta al norte y regresar. Era un vuelo normal de entrenamiento. Todos iban perfectamente equipados.
A las 15:45, ya de regreso, la radio de la base escuchó un mensaje urgente del comandante del escuadrón, que fue grabado. Todavía hoy, los expertos no dejan a veces de escucharlo:
-No vemos tierra... No estamos seguros de nuestra posición ...
El día era claro, la visibilidad perfecta. ¿Cómo explicar esa desorientación? Llamaron a los cinco aviones, pero fue inútil. Era posible escuchar sus conversaciones, y las extrañas preguntas que se hacían. Pero era en vano. Lo más curioso se produjo cuando a eso de las 16:25 oyeron decir al comandante las siguientes palabras:
...y no sabemos exactamente donde nos hallamos... el mar es muy extraño ... estamos a unas 225 millas al noroeste de la base... y todo parece indicar que... Y se produjo el silencio.
Fuente
Un hidroavión Martin, con equipo de salvamento, despegó rumbo al mar. Menos de diez minutos después dejaba de contestar por radio y desaparecía también.
El portaaviones Solomons, que se hallaba cerca, lanzó a todos sus aviones disponibles, y más de cien barcos y trescientos aviones inspeccionaban el océano horas más tarde. La búsqueda se prolongó por dos semanas más.
No hallaron restos de ninguna clase. Nunca se supo que pudo suceder al hidroavión de socorro, que en caso de fallar su emisor de radio no le hubiera sido difícil posarse sobre el agua.
La comisión Investigadora tardo bastante tiempo en dictaminar. Al final, después de una serie de tropiezos, sólo fue capaz de concluir que "no estamos en condiciones de adivinar cuál fue el fin de los aviones".