Bienvenida a mi soledad,

habitaras en ella,

deambularas en ella.

Coloca tus cosas en un rincón,

acomódate......

Ya somos dos los inquilinos

de la palabra incomprendida.

Alma gemela me dice,

presiento a la tuya, libertaria, 

descalza en las aceras,

arrojando piedrecillas en el mar.

o jugando en las estrellas.

La mía, no la interrogues.

no pregunto tu dolor,

no preguntes mi dolor,

la tuya presumo,

hace jeroglíficos en la piel

de las frutas, agita sus alas en 

un balcón y se eleva en suave vuelo.

La mía, no la interrogues,

le has devuelto la palabra,

alma gemela repite,

amándose en el roció de la palabra,

abrazandose en las voces,

disfrutando la distancia,

palpaldose en las rosas,

anidando en el lecho fantaseado.

Aun así.......

Temo desvanecer en tu presencia,

mejor no la interrogues...