Poema "Amazing Peace" - "Paz Asombrosa", de Maya Angelou

in spanish •  6 years ago 

El texto que sigue al video es una traducción libre al español del poema de Maya Angelou, escritora estadounidense, titulado “Amazing Peace” (2005). La publiqué la Navidad pasada en mi blog de Medium. Al final encontrarán el poema original en inglés.

Sin pretender una traducción literaria, que estaría fuera de mi alcance, comparto un texto que encuentro lleno de resonancias al mismo tiempo locales y, por así decirlo, universales. Sus alusiones al clima, por ejemplo, hablan simultáneamente de una interioridad marcada por el desconcierto y la zozobra, frente a una Naturaleza ambivalente, que puede ser tanto aquella visible como aquella que se oculta en los seres humanos.

Paz Asombrosa
Poema de Navidad de Maya Angelou

“Retumban los truenos en los desfiladeros
y los aleros de nuestras casas traquetean por los relámpagos;
el río crecido invade nuestros caminos.

Nieve sobre nieve, cada vez más nieve.
La avalancha amenaza nuestros pueblos indefensos.
Cuelga sobre nuestros cuerpos un cielo gris, amenazante.

Nos hacemos preguntas.
¿Cómo fue que afrentamos a la Naturaleza?
Qué angustia, mi Dios:
“¿Estás allí?“ “¿De verdad estás?“
“¿Sigue en pie la alianza que hiciste con tu pueblo?“

En este clima inundado de miedo y aprehensión, llega la Navidad.
Con sus raudales de luces, sus campanas de esperanza,
sus cánticos de perdón, sus notas que ascienden abrillantadas.
Invade al mundo un aliento que lo aleja del rencor
y lo acerca a la amistad.

Es la Temporada Dichosa.
Va menguando el trueno, va ensanchándose el silencio, se arrinconan los relámpagos.
Se repliega la crecida para sumirse en el recuerdo.
La nieve es un almohadón suave que amortigua nuestro andar afanoso hacia tierras más altas.

La esperanza renace, se encarna en rostro de niño,
en los hombros de nuestros viejos, que caminan
hacia su propio atardecer.
La esperanza abraza la Tierra, lo ilumina todo,
hasta el odio, se anida acuclillado en oscuros pasillos.

De la alegría va surgiendo un susurro:
al principio débil, luego se hace escuchar;
avanza cada vez más fuerte,
se convierte en dulzura que penetra por los oídos.
“Paz“, es la palabra: Paz.
Más clara, más potente,
más fuerte que las explosiones.

Y temblamos de emoción al recibirla.
Es el alimento que tanto hemos buscado.
Porque no es sólo ausencia de guerra, sino paz verdadera:
Armonía del espíritu, consuelo gentil,
seguridad para nuestros amados y para sus seres amados.

Recibamos con aplausos la paz navideña,
hagámosle gestos y señas para que este buen tiempo no se vaya todavía.
¡Quédate con nosotros! Baptistas, budistas, metodistas, musulmanes te decimos “Ven“
Ven, Paz.
Colma nuestro ser y nuestro mundo con tu majestad.
“Ven”, te pedimos, judíos y jainistas, católicos y confucianos;
te lo imploramos, quédate un tiempo más
para que podamos aprender con tu luz resplandeciente
cómo mirar a través del color de la piel
y apreciar el espacio común.

Es Navidad, tiempo para detener el odio.

Sobre esta plataforma de paz generemos un idioma
que sirva para traducirnos a nosotros mismos y entre nosotros.

En este instante sagrado celebramos el nacimiento de Jesucristo.
A las grandes religiones del mundo,
y exultantes por el advenimiento precioso de la confianza,
anunciamos en lenguas espléndidas la venida de la esperanza.
Las tribus del planeta sosiegan sus voces para acoger la promesa de la Paz.

Ángeles y mortales, creyentes y no creyentes,
miramos hacia el cielo y decimos en voz alta:
Paz.
Miramos el mundo y decimos en voz alta:
Paz.
Miramos a quien tenemos al lado, nos miramos a nosotros mismos
y decimos sin timidez, sin dudas, sin pedir disculpas:

Paz para ti, mi hermano
Paz para ti, mi hermana
Paz para ti, alma mía.

Paz.”

Paz Asombrosa Leverkusen.jpeg
Fuente/Source: Foto tomada por mí en Rathaus-Galerie Leverkusen, Alemania. 26.04.2017

Poema original en Inglés:

Thunder rumbles in the mountain passes
And lightning rattles the eaves of our houses.
Flood waters await us in our avenues.

Snow falls upon snow, falls upon snow to avalanche
Over unprotected villages.
The sky slips low and grey and threatening.

We question ourselves.
What have we done to so affront nature?
We worry God.
Are you there? Are you there really?
Does the covenant you made with us still hold?

Into this climate of fear and apprehension, Christmas enters,
Streaming lights of joy, ringing bells of hope
And singing carols of forgiveness high up in the bright air.
The world is encouraged to come away from rancor,
Come the way of friendship.

It is the Glad Season.
Thunder ebbs to silence and lightning sleeps quietly in the corner.
Flood waters recede into memory.
Snow becomes a yielding cushion to aid us
As we make our way to higher ground.

Hope is born again in the faces of children
It rides on the shoulders of our aged as they walk into their sunsets.
Hope spreads around the earth. Brightening all things,
Even hate which crouches breeding in dark corridors.

In our joy, we think we hear a whisper.
At first it is too soft. Then only half heard.
We listen carefully as it gathers strength.
We hear a sweetness.
The word is Peace.
It is loud now. It is louder.
Louder than the explosion of bombs.

We tremble at the sound. We are thrilled by its presence.
It is what we have hungered for.
Not just the absence of war. But, true Peace.
A harmony of spirit, a comfort of courtesies.
Security for our beloveds and their beloveds.

We clap hands and welcome the Peace of Christmas.
We beckon this good season to wait a while with us.
We, Baptist and Buddhist, Methodist and Muslim, say come.
Peace.
Come and fill us and our world with your majesty.
We, the Jew and the Jainist, the Catholic and the Confucian,
Implore you, to stay a while with us.
So we may learn by your shimmering light
How to look beyond complexion and see community.

It is Christmas time, a halting of hate time.

On this platform of peace, we can create a language
To translate ourselves to ourselves and to each other.

At this Holy Instant, we celebrate the Birth of Jesus Christ
Into the great religions of the world.
We jubilate the precious advent of trust.
We shout with glorious tongues at the coming of hope.
All the earth’s tribes loosen their voices
To celebrate the promise of Peace.

We, Angels and Mortal’s, Believers and Non-Believers,
Look heavenward and speak the word aloud.
Peace. We look at our world and speak the word aloud.
Peace. We look at each other, then into ourselves
And we say without shyness or apology or hesitation.

Peace, My Brother.
Peace, My Sister.
Peace, My Soul.”

“Amazing Peace: A Christmas Poem”
By Dr. Maya Angelou

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