Jueves 22/12/2016 1:03 a.m. ¿.?. Cama
Una vez, el hijo del diablo estaba triste porque la poesía del mundo no le daba esperanzas a su padre. Caminó por un campo universitario seco y vio que se le cruzaba a un muchacho triste y solo, una mariposa que se llevaba volando el cuerpo de otra y vio como el muchacho sobrecogido se deba cuenta de que todo en su vida iba perfecto. A los meses, el hijo del diablo encuentra un bonito jardín en una casa, lo admira y se sorprende de que el mismo muchacho del campo universitario viviera allí. Ve que lleva un envase con algo adentro que deja en una flor en forma de embudo, era una abeja mal herida que el chico mira cómo se mueve dentro de la flor. Al día siguiente el hijo del diablo mira adentro de la flor, ningún animal había querido libarla, la abeja estaba muerta, sumergida en néctar; el equivalente a una hermosa tumba de chocolate. Ni el virus más horrendo podría con la magia de este chico, que el hijo del diablo despreciaba mucho, pero en la esquina de una calle encuentra un perro lamiendo el colorido excremento de un pañal y sonriendo, llorando, siente esperanzas con su padre.