De nuevo todos, excepto Lucía, corrieron a buscar algo sin saber el qué. Lucía seguía subida en el taburete oteando el salón de casa.
-¡El ombligo, la tiene mi madre en la barriga! Gritó Cristina mientras Lucía seguía con su inspección ocular del salón.
Ana y sus primos subían la camiseta de su tía buscando la nota en su barriga, daban por hecho que la pista estaba ahí. Lucía, ajena al revuelo, miraba la guitarra que había encima del mueble.
-Está en la guitarra, en el agujero de la guitarra. Dijo sin alterarse.
Edu cogió la guitarra, la puso boca abajo y agitándola sacó la nota su interior.
-Eso no vale, se lo habéis chivado. Nos recriminó Cristina.
-De eso nada, nadie me lo ha dicho. Replicó Lucía.