Hay veces que la vida te otorga esa oportunidad de oro
que no se debe dejar pasar.
No a menos que quieras surgir!
En mi caso, estaba deseando un proyecto que me retase y me devolviese la pasión
por mi carrera: el diseño industrial.
Por varias razones personales y también referentes al entorno, al gobierno, a la situación social y económica del país en el que vivo: Venezuela, dejé a un lado mi carrera, mis sueños y mis ganas de seguir.
Pensé por un momento que no encontraría nada que me devolviese la emoción por servir.
Este proyecto llegó caido del cielo y me ayudó en varios niveles:
+Logró reactivar mis ganas de participar activamente en la sociedad.
+Me hizo sentir útil para alguien más.
+Creo en mi un deseo por ir más allá a nivel profesional.
Se trata de una propuesta para urbanizar, humanizar y reactivar una zona de Caracas, Venezuela que está en muy malas condiciones, bueno, toda Venezuela está en malas condiciones, pero iniciativas privadas como esta pueden ser las que comiencen a devolverle el brillo al territorio.
Con el aporte y la inversión de varias empresas privadas que creen en el talento local y quieren rescatar el país
se realizó una convocatoria llamando a diseñadores, arquitectos y urbanistas para que diesen su aporte a la comunidad.
Esta es mi propuesta
Consiste en diseñar una parada de bus especial para personas con discapacidad y baja movilidad pues son ellas las que atraviesan un largo trecho a pie o en silla de ruedas para poder llegar hasta el hospital cercano en donde realizan sus terapias.
También incluyo una estructura multifuncional para ser instalada en una zona de bajos recursos en la que los usuarios y residentes puedan hacer ejercicio en la semana y los fines puedan usarla como soporte para colocar la mercancía que venden, la cual usualmente es colocada en el piso.
Acá les dejo las fotos de esta gran experiencia!