¿Se habla armenio en el norte de España? (Conferencia) Cuarta parte

in spanish •  7 years ago 

En el hecho histórico de la existencia de San Jorge tal y como relatan las tradiciones, no voy a emplear esfuerzos, porque lo que interesa a nuestra contemplación es el mensaje que encierra y, sobre todo, la difusión de su vida y obra en Europa; más concretamente en la actual Cataluña.
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(Para los que sólo aguanten la lectura de twits y otros párrafos cortos, y no quieran seguir leyendo esta conferencia, les diré, para terminar, que en esta plaza de Tbilisi, se ha erigido siempre esta estatua ecuestre de San Jorge. Estuvo interrumpida 70 años durante el régimen soviético que fue sustituida por una estatua de Lenin. Después de la Perestroika fue restituida la estatua de siempre, la de San Jorge, que le dio el nombre a la nación: Georgia)
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Este soldado armenio de la antigua Capadocia, un día provincia de Roma —del mismo lugar que, en la actualidad, una empresa catalana de turismo turco, gestiona el negocio de viajes en globo por entre los “bosques fálicos” sobrevolando las ciudades subterráneas, y otras maravillas históricas—, era en el siglo XI tan popular y venerado en el reino de Aragón —actual Aragón y Cataluña—, y en Francia, que se le atribuían gestas y milagros por todos los rincones de Europa y en las campañas de la Reconquista. Sin duda, el trasiego de personas entre Europa y Armenia y Georgia fue profuso, intensísimo, con viajes de ida y vuelta, sobre todo por mar, que era más corto, porque los ejércitos tardaban en el trayecto por los caminos al menos cuatro meses. Naturalmente, esa devoción al soldado del dragón, no ha podido borrarla ni Lenin ni Estalin ni el Soviet Supremo, y no por falta de ganas de borrar su memoria histórica. En la plaza de Tibilisi se erige San Jorge o San Jordi en monumental columna después de haberse mantenido expuesta la estatua de Lenin durante cincuenta años.

No en vano ha dado desde entonces, no sólo nombres entre nosotros a todos los “[Yordis]” y Jorges sino a los Georges franceses e ingleses, como al estado de la misma Georgia. Se hace evidente la gran influencia de las leyendas Georgianas en Europa, y esto sólo puede deberse al asentamiento medieval de georgianos y armenios en España y en Francia.

Como nota importante, he de recordar que algún vascólogo de los que investigan el actual vasco, sí que ha encontrado en el euskera muchas palabras del actual idioma georgiano y no precisamente incrustado en una ostraka sino en el habla cotidiana de algunos caseríos vascos.

¡Hay que seguir profundizando en la desconocida Edad Media! ¡No nos queda más remedio! ¡La realidad es tozuda! Tenemos miles y miles de documentos todavía bajo el polvo, elementos artísticos y arquitectónicos y otras fuentes diversas como para conocerla.

Lo que es más difícil de conocer, a pesar del empeño de los historiadores profesionales de la lengua, es cómo se hablaba en la era magdaleniense, hace miles de años y los grupos sanguíneos de la especie humana en aquella época lejana entre los valles de Vizcaya y Donosita, sin ningún dato más que troncos de árboles y alguna piedra de sílex. ¡Ah! Y de la Iglesia y del Papa no hagamos caso, que siempre le han hecho ascos a estas tradiciones georgianas porque los jerarcas, comparados con el pueblo llano, son unos incrédulos de los milagros… Para comprobarlo no hay más que mirar los documentos del Vaticano al respecto.

Con todo esto ¿para qué me sirve mi documento del siglo XIII? Para nada; para tirarlo a la basura, porque sin duda es una ostraka falsificada. Lo que no son ostrakas son estas reflexiones que voy desgranando. Pongamos un poco de rigor, porque si no, puede parecer que me estoy burlando con el vapuleo a la palabra “óstraka”. La palabra óstraka, en realidad, está mal empleada. Confieso que he utilizado la ironía para algo muy serio. Pido disculpas por la pereza que me da volver a redactar desde el principio; no es cuestión de andar corrigiendo, porque “óstraka” es una palabra griega que significa “cascotes” en plural, cascotes de cacharros rotos de barro —los cascos viejos, que llaman nuestros alfareros al montón de desechos de sus trabajos—, donde los atenienses escribían en asamblea el nombre de los que querían echar al destierro por “chorizos” o malos ciudadanos. En un “óstrakon”, palabra en singular, con un punzón escribían el nombre del expulsado de la ciudad por este procedimiento del “ostracismo”. Cuidado con las ostrakas porque más de la mitad que se exponen en los museos, son falsas: es muy fácil coger cualquier cascote de unas ruinas, y grabar un nombre. Cualquier día aparece el nombre del presidente de Euskadi en una “ostraka” de Iruña Veleia. Total: que mi pergamino, concluyo, no me sirve más que para haber comenzado estas páginas.

El abuelo de Cristian Sirouyan, escribió una historia del pueblo armenio de la que extraigo esta cita: “Los armenios recibieron con entusiasmo a los cruzados y colaboraron con todos los medios a su alcance”.[7]

¿Alguien puede pensar que, habiendo participado en el mismo bando de las guerras bajo la misma cruz y con las mismas creencias: armenios, españoles y franceses de los siglos X y XI, jugándose la vida estrechamente juntos, no se iban a hacer amigos para siempre ofreciéndose cobijo mientras estuvieran perseguidos a muerte, y que juntos hollaran las rutas de las cruzadas, por tierra a través de Grecia, Italia y Francia; y por mar costeando Grecia, Italia y Francia? Es verdad que un amigo es un tesoro… que se puede perder; pero un amigo forjado en la guerra es un tesoro imperdible y eterno.

No podemos olvidar que los pueblos armenios y georgianos, fueron desde el siglo VI antes de Jesucristo, los grandes artesanos de la piedra. Hasta las bóvedas y cúpulas de las construcciones centro-asiáticas son de piedra. Y artesanos también de la madera, de grandes bosques, que durante siglos fueron talados y tallados con hachas en los periodos de entreguerras y persecuciones de los islámicos contra los armenios, el primer pueblo cristianizado por los apóstoles de Jesucristo y el más convencido y defensor del Evangelio.

¿Qué iban a hacer los armenios masacrados y espantados sino buscar la vida por tierras lejanas donde no fueran perseguidos y matados por los islámicos turcos selyúcidas que devastaron cruel y truculentamente toda Armenia? Algunos armenios tuvieron que refugiarse en los montes Tauros, otros en Cilicia, la tierra de San Pablo, y otros, los más cultos y decididos, se lanzaron al mar al lado de sus correligionarios cristianos europeos que los protegían, sobre todo a los que dominaban el arte de las construcciones con piedras de todas las formas y tamaños.

¿Dónde iban a refugiarse que mejor vida les esperara, que en las logias de las catedrales que se estaban construyendo? No olvidemos que los constructores eran los más cultos en esos tiempos. Es fundamental este aspecto, ya que mantenemos como indiscutible constante histórica que el grupo de hablantes más culto es el que siempre ha impuesto su lengua cuando ha entrado en contacto con otro grupo humano de inferior cultura.

“El ser humano más cultivado era el “faber”, el “constructor” por contraposición al guerrero —más intrépido pero siempre más inculto—, y al siervo de la gleba. El gran oficio del hombre siempre ha sido construir sus mejores edificios con piedra y madera compartiendo el ambiente creador y artístico de los más instruidos y egregios de aquella sociedad. De la Edad Media se conservan, por todas partes, grabados, frescos románicos, capiteles, canecillos que representan al “homo constructor” como exponente de una clase altamente cualificada, como grupo culto y selecto.
¡Madera y piedra siempre han sido los materiales más nobles!
Abundan las pinturas y esculturas que representan el eterno oficio de manipular las piedras, darles formas y colocarlas en sus lugares con intención de eternidad.
Se mantuvieron fuertes estos mozos hercúleos en sus logias, al lado de las catedrales y los monasterios, compitiendo en saber con los frailes en cuyas bibliotecas se encerraba todo el saber de su tiempo, con los artistas y artesanos más encumbrados en aquella sociedad y, a la vez, eran expertos en el manejo del hacha para cortar troncos tallando vigas paralelepipédicas y cortando árboles gigantescos, ya que en Europa se les requería pagándoles con la máxima consideración y los sueldos más elevados de hombres libres e independientes, asociados en las logias que cada construcción tenía.

Me permito sólo un par de citas más. No quiero cansar con documentación bibliográfica, a la vez que propongo, a los que redactan tesis doctorales, que estudien los miles de pergaminos que están esperando a jóvenes vascos doctorandos en el museo de los escritos de Yerevan —menuda mina para entretenerse— el Matenadarán, que es el instituto más importante del mundo con 17000 pergaminos y otros 300 000 documentos. Ah, y ya desde hoy mismo, propongo a los catedráticos de lengua vasca y a los académicos de la Euskaltzaindia que borren de su mente ese barbarismo de “bibliotekoa” que les enseñó equivocadamente mi profesor Koldo Michelena; y que aprendan a decirlo en su idioma, en armenio, y, por supuesto, que empiecen a escribirlo como Dios manda, en su idioma armenio-vasco, así: Մատենադարան, que eso es lo que significa: «biblioteca». O este sinónimo: “gradaran”, գրադարան.Y ya de paso que nunca más digan “matrikula” ni “informacio” ni “instituzionala” que suena “a cachondeo”. Que lo digan en su lengua, que es preciosa; y escrita no tiene precio: es una maravilla. Que concedan becas a los jóvenes más inteligentes para que vayan de “Erasmus” a Yerevan, y estudien manuscritos como los que hacen referencia a Raimundo IV de Tolosa en los que se habla de viajes de ida y vuelta de españoles y franceses medievales en peregrinaciones a las tierras cristianas conquistadas por los islámicos antes de la primera Cruzada.[8]

Me queda algo muy importante que invito también a seguir investigando: las marcas de los canteros. En los edificios medievales españoles y franceses hay muchas con el doble brazo de la cruz: la cruz oriental, la patriarcal, como la de Caravaca o la de Astorga.
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(Esta cruz de oro macizo, de doble brazo, con piedras preciosas engastadas, de incalculable valor, cuando yo no tenía más de diez años, la he tenido entre mis manos acariciándola. Hoy está en el museo en cámara acorazada...¡menos mal...!)
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La silueta de la cruz patriarcal se ve en marcas de cantería,[9] pero las más abundantes marcas de cantería son las esquemáticas cruces armenias con los extremos lobulados, como figuran en la clasificación de las marcas de canteros cruciformes de Joan Tours (lámina XIV).

Hay miles de bajorrelieves en capiteles. No se sabe el significado de todos los símbolos esculpidos en las piedras. Es necesario investigarlos. La presencia de elefantes significa, por lo menos, que los canteros de Francia y España conocían el mundo de oriente donde abundan los paquidermos en el arte. Es imposible concebir que un maestro de obras tallara u ordenara tallar elefantes sin haberlos conocido. Los riquísimos códices miniados armenios de los siglos medios, nos hacen asegurar la superioridad cultural, en esa época, de Armenia sobre occidente. El occidente comprendía las tierras situadas entre las costas de Occitania y las cercanas al “finisterre”, las más alejadas del centro cultural del mundo, que era la Mikra Asia y el Cáucaso.

He de insistir en que se mantiene como un dogma lingüístico incuestionable que en todo movimiento migratorio, a lo largo de la historia, los grupos de hablantes más cultos han impuesto su lengua a los de cultura inferior. Desde luego los armenios eran muy cultos comparados con los siervos de la gleba de Europa; por eso, aunque eran menos en número y distribuidos por grupos homogéneos en las fábricas de monasterios y catedrales, eran libres, podían moverse a su albedrío de un lugar a otro y cobraban sueldos por trabajar a destajo, en contraposición a los labradores de la tierra que estaban atados a ella aunque cambiara de dueño. Eran más cultos aunque hablaran una lengua extraña y lejana. Por eso subsistieron como grupo moviéndose libremente de un lugar a otro acostumbrados en su historia a deportaciones masivas.

La cultura de los levantadores de piedra y de cortadores de manera, se enquistó y se encerró en sí misma después de que la gran masa de población de cotizadísimos artesanos de la piedra y de la madera, despavorida a causa de las persecuciones inmisericordes, acudiera a Europa desde Cilicia, Edesa, Armenia y Georgia.

[7] Ashot (Tulian) Artzruní: “Historia del pueblo armenio”, 4ª edición en español, Barcelona, 2010. Sirar Ediciones. Pag. 201.

[8] Artículo de P. Ignacio Peña, en internet: http://www.ive.org/mediooriente01.org/pag_resivemo.asp?id=51, del que extraigo estas líneas:

“Conquistada en el año 1071 por las hordas turcas seljúcidas que devastaron toda la Armenia; una parte de la nación, con sus príncipes a la cabeza, emigraron a tierra bizantina, instalándose en las montañas del Tauro y en Cilicia. Aquí fundaron el principado de Armenia Menor que durará de 1080 a 1375. Tuvo relaciones muy estrechas con los cruzados a quienes los armenios prestaron ayuda militar. En Edesa se constituyó un principado armenio franco que duró medio siglo.”

“Con la Primera Cruzada, los armenios de Cilicia tuvieron como poderosos aliados a los cruzados francos. Con su ayuda, defendieron a Cilicia de los turcos, tanto con acciones militares directas como por el establecimiento de los reinos cruzados vecinos: el principado de Antioquía y el condado de Edesa”.

[9] Martínez Pradres, José Antonio. “Los canteros medievales”, pag 35. Dibuja cinco distintas de doble brazo.

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Siempre nos sorprendes con tus artículos elaborados. No puedo creer que hayas tenido esa espada en tus manos!

Este post ha sido propuesto para que lo vote Cervantes. Saludos.

¿Espada? Es una cruz que trajeron los monjes templarios de Asia en el siglo XIII. Es un relicario. Cuando yo era niño, un amigo mío y yo jugábamos en el atrio de la catedral y el pertiguero que era amigo de los padres de mi amigo nos dejaba entrar a todos los rincones de la catedral y nos enseñaba los objetos que estaban en armarios de madera, sin protección alguna. Créelo porque es cierto.

Cada día estoy aprendiendo de todo un poco me parece lindo tu escrito y sobre todo las fotos Dios te permita seguir compartiendo estas historias Dios te Bendiga te invito visitarme @lindaaguila

Gracias

¡Interesantísimo! Lo he visto y me he ido a la primera parte para leerlo todo. Un afectuoso saludo y feliz año, @jgcastrillo.

Gracias

good analysis keep it up

Gracias.