Luego de sentir toda la noche tus brazos al rededor de mi cintura, llega la mañana, el cantar del gallo y ese rayo de luz que se cola por la ventana me demustra que es real, que sí estuviste allí toda la noche y que no solo era mi imaginación.
Abro mis ojos y giro hacia ti, te veo... aun dormido, observo tus pestañas, tu cabello, hasta tus cejas son perfectas para mí, sutilmente te hago cariños al rededor del cuello y me repito a mi misma lo mucho que me gustas y que posiblemente ni te lo imagines.
Se pasan mil cosas por mi cabeza, una de ellas es lo mucho que puede llegar a doler cuando llegas a querer mucho a alguien, ese deseo de nunca acabar, el apreciar tanto ese momento porque no sé si al levantarme de la cama, esa haya sido la ultima vez que te tuviese absolutamente y todo para mí.
Y mientras pienso en lo complicado y hermoso que puede llegar a ser todo y el dilema "¿Que tanto podemos arriesgarnos por alguien? ¿Si tu saltas, yo salto?", tu abres los ojos, me miras mirándote y me invade la vergüenza de que me descubrieses admirándote... Se van la mayoría de mis pensamientos y me quedo allí, viéndote a los ojos, dándonos nuestro beso de buenos días.
¿Que piensas al verme? ¿Sientes lo mismo que yo?, ¿Que tanto nos puede durar esto bonito que sentimos? Tan inefable, aunque parezca efímero.
Prefiero elegirte cada mañana a decir que eres mi persona preferida, ya que, elegir es la opción de estar solo contigo y preferirte es tenerte como la opción que mas me agrada entre varias. Porque contigo me sucede algo tan curioso como que puedo ser, mientras con los demás es solo estar, es ahí la diferencia que marca en el paso de mis días.
Pasamos media vida buscando tu media mitad; para pasar la otra mitad intentando olvidar. -Beret.
Mil veces pienso en donde empezó todo y como sucedió... el ¿Donde comenzaste a sentir todo esto?, ¿Por qué lo dejaste seguir y no le pusiste freno? Uno no elige que sentir, eliges por quien sentirlo... Es tanta la limerencia que si me dices "Vamos a la luna en bicicleta" con una gran sonrisa voy corriendo a buscar un casco y un poco de agua para acompañarte en el viaje.
Muy difícil es cuando estas dispuesto a darlo todo, te subes en la punta de la montaña más alta y de pronto vienen a bajarte de golpe... Con los mismos ánimos pero un poco más preparado, vuelves a subir, ya conoces la ruta y vas fijo a tu destino, entonces al llegar ya hay alguien diciéndote que no te puedes quedar allí... Te toca volver a bajar, es ahí cuando comienzas a dudar si quieres subir de nuevo, ya que después de tanto esfuerzo, no sabes si volverán a decirte que no.
Pero debes permitirte una segunda oportunidad, no dejar que una gran oportunidad pase sin siquiera intentar que se quede... Porque mayormente hay oportunidades que pasan una sola vez. Y siempre habrá alguien dispuesto hacerte estrenar sentimientos, solo no debes temer.
Siempre habrán primeras veces para vivir con una persona
A veces nos equivocamos en algunas elecciones, mayormente el corazón tiene la razón.