A pesar de que no soy escritor ni literato, tuve la idea de hacer un muy, muy breve cuento para pubicar hoy...
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Caminando por un prado, el príncipe pensaba de prisa, una solución práctica para calmar la soledad que en su corazón latía, la pradera se hacía extensa y él no podía encontrar nada que le diera siquiera un indicio de felicidad.
De pronto encontró una prenda femenina colgada de un árbol, su olor era maravilloso, él pensó que quizás la doncella de sus sueños podía ser la propietaria de esa prenda, puso un anuncio en la prensa, para intentar ubicar a su amada, a su media naranja, lo hizo de nuevo al día siguiente y al día siguiente, sin obtener resultados.
Desde aquel día, el príncipe mira el periódico y espera paciente la llamada de su amor verdadero, sin saber si algún día llegará o quien será.