hola chicos hoy les traigo una novela muy interesante si les gusta porfavor voten
Capitulo 1 - Silencios
Otro trueno reventó en el cielo.Un rayo partió en dos la silueta entre las nubes y escupió sobre el paisaje un nuevo resplandor. La niña que leía recostada a un tronco tembló, alzo la cabeza y vio un dedo refulgente caer detrás de la copa de los arboles. El trazo se le quedo impreso en los ojos.
Contemplo el cielo por unos instantes, mientras en su cabeza se arremolinaban las imágenes de la cancion que empezaba a reproducir su iPod y el ultimo pasaje leído . Para agitarle mas los nervios , Dan Reynolds solto la primera frase de Radioactive y el cielo lo acompaño con un destello de plata que vistió el verdor de los pinos.
Echo a correr tan pronto como se puso de pie, atravesando el linde que demarcaba el patio alfombrado con grama. Las primeras y gruesas gotas cayeron sobre su espalda como dardos.
Alcanzo la vieja casa en cuestión de pocos instantes y se puso a cubierto en el corredor trasero. Justo entonces, la tormenta enardeció y el aire se hizo de agua y de plomo. El viento ululo furioso a través del techo
-¡Azul! ¡Azul! ¿Donde estas?
la puerta trasera se abrió de golpe y un hombre alto y espigado salio de la casa
-Aquí, papá---susurro la niña mientras retiraba el barco de sus zapatos en el borde del piso y se descolgaba uno de los audífonos
-¿Otra vez leyendo entre los árboles? ---La reprendió pero cambio el gesto por uno juguetón cuando pregunto---: ¿Viste algún fantasma hoy?
-Claro, como si los fantasmas salieran a las seis de la tarde---Contesto ella y puso los ojos en blanco---.¿De que me sirve una casa vacacional si no puedo ni salir al patio?
-No es una casa vacacional ---murmuró su padre, abochornado---. Es nuestra única casa ahora. Hoy he cerrado la venta del apartamento en la capital. Y esa arboleda es oscura, Azul; realmente no me gusta que vayas allí tan adentro.
Puede haber toda clase de criaturas peligrosas...
-Como mosquitos, zancudos y caracoles
-Dijo ella, tajante---. Ya uso el arma mortal mas eficiente contra toda esa clase de criaturas peligrosas: el repelente, papá. No te preocupes, en serio. Ademas, hasta se ve desde este corredor, desde la cocina y desde mi cuarto
El señor se sentó al lado de la niña en el banco mecedor. Las palabras huyeron en desbandada, se produjo un instante incomodo entre ellos. No acostumbraban a compartir mucho juntos. El sujeto soltó un hondo suspiro.
-No hagas caso a esa historias de fantasmas, ni a esa vieja iglesia mas allá de los arboles donde sepultaban a los primeros pobladores---dijo con voz falsamente tenebrosa---. Te gustara vivir aquí ya veras...
-No estoy tan segura de eso---dijo ella entre dientes, fastidiada de los intentos de su papá por hacer mas interesante aquel pueblo ---, pero trataré de que me guste. ¡Y esas historias me las has contado tu mismo! Creo que no pones el empeño suficiente para que me acostumbre a los cinco grados menos de temperatura
-Ni siquiera son dos
-...Y a los repentinos silencios nocturnos. Que últimamente siento mas insistentes
-¿Silencios?
-Si. Como si mis oídos se taparan o me quedara casi sorda por unos minutos. Me tienen fastidiada. ¿Crees que se trate de un problema en el ambiente? ¿La altura, quizá? No quiero morir tan joven, papá...
-No exageres, Azul. Tal vez solo estés sufriendo de los oídos. Siempre cargas esas cosas saliendo de las orejas. Al volver, te llevare a ver al medico del pueblo.
Se quedaron callados por un momento
-Antes te gustaba mucho aquí...
-Antes---puntualizó ella. Se quito el otro audífono y apago el reproductor---, y de eso tampoco estoy muy segura. Solo porque tu dices que esta era nuestra primera casa no significa que los recuerdos se den por descontado.
Antes del abecedario, en la escuela de este lugar primero deben enseñar como como cazar fieras y hacer fuego con palitos...
-Su papa hizo una mueca, parecía triste y se tocó el pecho como si algo le doliera
-Pero no esta tan mal---se apresuró a añadir la niña, en espera de poder compensarlo---. El aire es mas limpio que en la ciudad, ya no nos matara un cáncer de pulmón. Y definitivamente, debo visitar esa vieja iglesia
-¿Quieres reconsiderar entrar al plan vacacional?
-Ni loca. Ya te lo dije... No tengo intención de ser la nueva en un lugar donde todos ya son amigos íntimos y se mueven en manadas. Aquí seguro puedes contar con los dedos cuántos chicos de mi edad van a un "plan vacacional", que ha de ser el único en este pueblo y el mismo todos los años, donde te llevan a piscinas de agua helada que te dan hongos en la piel. Yo ya tengo mi plan para estas vacaciones--- y levantó un libro y el reproductor
Una sonrisa aleteo en el rostro de su padre como un ave cansada.
-Aún intento saber cómo puedes leer con esa música retumbándote en los oídos. y también por qué es una manía eso de escuchar música en inglés. Nuestra lengua materna tiene un sinfín de talentosos cantantes...
-No de nuevo papá,---cercenó---Déjame quemar mi etapa. Además, los de mi generación nacemos prácticamente bilingues.
Había muchas cosas de ella en las que su padre no se interesaba nunca, y cada vez que se tomaba un minuto para ella, una eventualidad que ocurría una vez al mes , solo hacia las mismas preguntas tontas.
-Pero, ¿otra vez ese libro? ¿Mi réquiem para los unicornios? ¿Cuantas veces lo has leído ya?
Azul escondió su libro como un acto reflejo. Trato de sobrevivir a mi propia vida, como el protagonista---refunfuño---. Ademas, a los niños que les gusta estar solos se les considera raros e irremediablemente interesantes. Pasa en todos lo libros...---Y al ver la preocupación genuina que afloraba en su padre, Azul bromeó---: Ya veras que pronto seré la sensación en este lugar y no tendré nisiquiera que esforzarme . El sonrió, resplandeciente por un momento breve. Se quito los lentes y los limpio con su camisa. Últimamente siempre parecía agotado
-Pense que el aíre del pueblo te sentaría bien, papá, pero desde que llegamos aquí te vez enfermo. ¿Estas seguro de que a ti te gusta estar de vuelta?
-Preocupaciones de gente mayor, mi princesa. Pero ya pasaran.
Le beso la frente y se levanto muy lentamente. Se veía diez años mas viejo.
-Sera mejor que entres ya. Hace bastante frió. Y Azul... tu tía llega mañana.
Listo. Solo un par de minutos, casi un nuevo récord y ya era suficiente para arruinarle el mes.
-No comprendo como es que la quieres mas que a mi
-Soltó ella, de pronto, en un arrebato de rabia, con las mejillas encendidas.
-No otra vez, Azul. Le debo demasiado a tu tía como para ponerme a escuchar lo que dices
-Nunca escuchas lo que digo de todas formas...
-Armen estuvo conmigo cuando nadie mas lo hizo, y hasta tu deberías estar agradecida por eso.
-Si supiera al menos una de tus razones, quizá lo estaría. Pero, por mi parte no hay ninguno....
Sin mas, su padre se perdió tras la puerta incapaz de darle la cara otra vez. El tema de la llegada de su tía había sido motivo de discordia durante los tres días que llevaban allí.
Azul siguió hacia su cuarto y se tiro de espaldas en su cama, dispuesta a quedarse dormida sin darse cuenta. Pero eso no ocurrió, y paso las horas siguientes con los ojos en el techo y pensando en lo mucho que extrañaba su vida en la ciudad.
Los ojos le escocían y le pareció perfecto que su iPod reprodujera Demons una vez mas después de las tantas de ese día. Se puso a cantar a viva voz como si formara parte de la banda Imagine Dragons hasta que le dolió la garganta.
Mas tarde, con súbita melancolía, miro el teléfono celular que reposaba en su mesita de noche, que sentía indefenso entre tanto monte, perdido sin encontrar ningún rastro de señal. Su padre había prometido que le compraría otro pero los disponibles en la pequeña tienda del centro le parecían arcaicos. Creía que de seguro eran modelos que usaban los dinosaurios. Los hombres de servicio técnico habían asegurado que no sabían como cambiar de operadora el aparato, así que la niña ponía en serios juicios la inteligencia de quienes vivían en aquel recóndito lugar.
Sus pensamientos pesimistas la sacudían: si Internet, su vida social acabaría lentamente; sus amigos la olvidarían para siempre: el bello y engreído Santiago, que ya antes la ignoraba, la ignoraría dos veces; descargarse en las redes sociales, donde a nadie le importaban sus problemas, ya no seria posible, su blog se marchitaría como una planta; la amplia sabiduría de Wikipedia no resolvería mas dudas... Azul estaba segura de que aquel pueblo era un exilio. Hasta creía que veía todo gris
Al menos le gustaba leer y se había traído con ella su colección de libros, que era lo único debidamente colocado en un estante de la habitación. Algunos los había heredado de su madre y eran invaluables: su único recuerdo de ella. Mi réquiem para los Unicornios era su favorito, al igual que lo fue de su madre; y mas ahora que estaba por salir la película y todo el mundo quería leerlo. Los mas nuevos adquiridos por Azul, podían catalogarse todos como sagas juveniles la gran mayoría triángulos amorosos con personajes fantásticos
Su equipaje estaba sin instalarse en su cuarto. Semejaban los escombros desgastados de un edificio en derrumbe. Las cajas de cartón estaban por todos lados. Azul no se resignaba a desempacar, y el desorden era una silenciosa declaración de que no estaba dispuesta a quedarse allí por mucho.
Si la niña sacaba cuenta por el comportamiento de su padre desde su llegada, probablemente el aguantaría menos lo que parecía tanto tercermundismo y le propondría regresar a su cómodo apartamento en la ciudad, echando atrás la venta o consiguiendo uno nuevo.
Cuando dejo de pensar y se dispuso a escuchar la noche, que en un lugar como ese cobraba una vida fascinante, se asombro al no oír casi nada. Se percato que no había dejado de llover, y la ausencia del ruido fue lo que despertó su interés. Su iPod estaba callado, aunque seguía encendido. Esos silencios que le inquietaban cada vez mas, sobre todo, por la necia costumbre de darse cuenta que le faltaba el zumbido de la vid nocturna.
Se acerco hasta su ventana. Mas allá podían verse apenas los techos de la iglesia abandonada entre los arboles, tenebrosa y enigmática en igual medida, que Azul se había propuesto visitar alguna vez, completamente segura de que aquella edificación era responsable de esas raras vibras. "Con Armen aquí preferiré vivir en esas ruina".... Se dijo así misma.
Y se perdió en la contemplación de los arboles a los que la luna besaba con su brillo. le encantaba contar con su propio parque todas las tardes, casi privado pero durante la noche se transformaba en un sitio muy tenebroso en el que juraba haber vistos destellos blancos al menos un par de veces.
Poco después, los sonidos habían regresado y la noche estaba viva una vez mas. Entonces todo era menos amenazador porque podía oírlo, podía estar segura de que lo que fuera que estaba allí en el exterior no se interesaba en tomarla por sorpresa. Hastiada, soltó la cortina y se preparo para dormir.
Cuando estuvo acomodada entre sus sabanas, el silencio la sorprendio de nuevo. Aguzo los oídos para detectar aunque fuera los movimientos de su padre en su habitación, la vuelta de la lluvia o los grillos de la noche, pero no escuchaba nada. También sintió que alguien estaba cerca, pero su puerta estaba cerrada y se encontraba sola
No le gusto el escalofrió que recorrió su nuca llamando hacia la ventana.
Soltó un murmullo de fastidio, se puso de pie, corrió la cortina con brusquedad y se quedo completamente paralizada.
desde el punto donde Azul había estado leyendo esa tarde frente a su casa y a penas tocada por las luces del exterior, la figura blanca le devolvía la mirada
Chicos si este post llega a suficientes votos subo la segunda parte saludos!