Ninfas y Donas del agua

in spanish •  7 years ago 

En base a numerosas representaciones y alegorías, que aun de forma dispersa y fragmentada se pueden localizar, se podría afirmar que los canteros medievales, conscientemente o no, fueron no sólo profesionales que cincelaban en piedra unos motivos y una simbología previamente pactada con el mecenas en cuestión –cuya temática, comúnmente, iba encaminada a la evangelización, en lo que bien se podría considerar como el Catecismo pétreo del pueblo-, sino también, custodios y a la vez transmisores de las antiguas tradiciones. Unas tradiciones que, como se veía en la entrada anterior dedicada a unos curiosos personajes conocidos como Hombres Verdes, rendían culto a la Naturaleza y sus múltiples manifestaciones, las cuales constituían, de hecho, la base primordial de un universo cosmogónico y espiritual, cuyos antecedentes antediluvianos se remontaban, cuando menos, a la época paleolítica, periodo en el que las primeras manifestaciones artísticas se consignaban, por lo general, en lo más profundo de las cavernas. Cavernas que a su vez, y de una manera simbólica, representaban no sólo el concepto de refugio, sino también la matriz primordial de la Gran Diosa Madre. También en lo más profundo de las cavernas, en esa formidable matriz, nacían, de forma incógnita y misteriosa, multitud de ríos y fuentes. Eran las venas, la sangre de la Mater, que se desparramaba generosamente para alimentar y dotar de vida a todas sus criaturas. No es de extrañar, por tanto, que numerosas historias y leyendas, transmitidas oralmente de generación en generación, hablen de seres especiales y prodigiosos, que habitaban en lugares como cuevas, fuentes, pozas y ríos en forma de espíritus elementales, que en ocasiones, interactuaban con el mundo de los hombres, pues no en vano, entre sus funciones estaba aquélla de salvaguardar los lugares sagrados. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el Bierzo leonés y la leyenda de la xana Carissia y el lago de Carrucedo.
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Del culto a las ninfas y las aguas, posiblemente los mejores antecedentes los tengamos en los denominados ninfeos, monumentos que les estaban especialmente consagrados, de los que aún quedan recuerdos relevantes en la Península Ibérica, como son Santa Eulalia de Bóveda, en la provincia de Lugo y el forno da santa, en Santa Mariña de Augas Santas, en la provincia de Orense. Ninfeos que, según opinan los especialistas, tuvieron sus orígenes, precisamente, en las cuevas y cavernas.
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También las fuentes fueron objeto de culto. Y dentro de ello, objeto tenido en cuenta por los canteros. Sirvan como ejemplo, la fuente que las representa, situada en la localidad orensana de Allariz, en las cercanías de una iglesia de culto, como es la de Santiago, y aquéllos otros restos que, procedentes de uno de los dos conventos medievales que se levantaban en Fuentelzaz, Soria (1), pudieran ser también una referencia por su parecido. De esta asociación, posiblemente derive, así mismo, los nombres que se daban antiguamente a algunas fuentes. Como ejemplo, aquélla fuente de la Oca que todavía existe, aunque muy modificada, en una propiedad privada del pueblecito cacereño de Tejeda de Tiétar.
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(1) Dichos restos, que actualmente forman parte de una casa particular, se observan casi al final del vídeo.

Aviso a CHEETAH y NAVEGANTES: Este artículo está sacado de MI BLOG TRAS LAS HUELLAS DE LOS CANTEROS MEDIEVALES. Tanto el texto, como las fotos, me pertenecen. El vídeo original que complementa esta entrada, lo pueden ver en la siguiente dirección: http://canterosmedievales.blogspot.com/2013/05/ninfas-y-donas-del-agua.html

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Santa Eulalia de la Bóveda tiene pinta de ser un lugar muy especial. Me encantaría ir.

Lo es, situado a pie de Camino a su paso por Lugo, en una zona muy bonita, denomida O Vello Lugo Agrario.

¿Crees, como Sánchez Montaña, que estuvo consagrado a Cibeles? Yo lo descubrí a través de uno de sus artículos.

No he leído a Sánchez Montaña, pero creo que sí, que es posible. Los ninfeos (o si lo prefieres, los antiguos 'ambulatorios'), seguían los patrones clásicos de 'mente sana in corpore sano' y en ese aspecto, las ceremonias y los ritos de curación que se realizaban allí, eran muy similares, bajo mi punto de vista, a los que podían realizarse en Eleusis y lugares semejantes, generalmente bajo la advocación de una diosa intraterrae, si bien luego fueron modificándose y adaptándose a divinidades de origen patriarcal, como aquellos consagrados a Apolo. Cibeles, diosa Frigia, fue una de las más importantes y es muy posible que su culto penetrara en la Península, como muchos otros, a través de los legionarios romanos.

Si te sientas a la orilla de un riachuelo, después de un cierto tiempo ya no escuchas el sonido de su curso, sino voces tintineantes de las ninfas jugando con la luz descompuesta que se estrella en el agua. Aún no he podido verlas, pero todo se andará.

Algunas, simplemente, se dedican a tejer escenas mitológicas por los remansos, en soledad amena

Cuando hagas eso, verás que a veces adoptan curiosas formas de manifestarse. Para que te sirva de ejemplo, te pongo un enlace para que veas que a veces son como estrellas atrapadas en este lado del cristal:
http://juancar347.blogspot.com/2017/04/embalse-de-la-cuerda-del-pozo-recuerdos.html

Guau, también pueden ser estrellas, o piedras dispuestas en formas determinadas. Tienes un blog estupendo, muy trabajado y de gran calidad. Tu historia del tío Cele es entrañable.

Ese fue mi primer blog. Soria siempre fue muy especial para mí y a través de pateármela, no sólo descubrí cosas sorprendentes, sino que también hice muy buenos amigos. Ese embalse oculta en su interior el pueblo de La Muedra, la torre de cuya iglesia suele verse cuando el nivel del agua es bajo. No hay muchos sitios donde parar, en la carretera que lo circunda, pero en éste, que está muy cerca de Vinuesa, siempre que paso, paro y miro al frente, más allá del puerto deportivo y la playa de Pita, que era donde solíamos acampar con mi tío. En fin, que el lugar siempre me trae muy buenos recuerdos.

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