Antojos en el embarazo.

in spanish •  7 years ago  (edited)


Estoy embarazada y tengo antojo de salmón a la plancha bañado en almíbar de fresas y nueces de macadamia, pero son las 3:00am tengo que despertar a mi esposo para que me consiga lo que deseo, porque si no satisfago mi antojo mi bebé nacerá con:

  • ¿Una mancha con la forma del alimento del cual me antojé?
  • ¿Tendrá extra salivación y babeará hasta que no le de a probar un poco de lo que no pude comer embarazada?


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No sé ustedes, pero yo he escuchado ese tipo de cosas acerca de los antojos en una embarazada, he oído decir que si la madre no consigue comer lo que se le antoja, entonces el bebé sufrirá las consecuencias, ya sea con una mancha o babeando sin fin hasta que no le den a probar el alimento que anheló su madre durante su gestación.

Existen historias sobre antojos totalmente fuera de lo común en los que la embarazada siente deseos incontrolables por comer determinada cosa. Conocí a una mujer antojada de comer tierra, su desespero era tal que en el apartamento donde vivía vigilaba las pequeñas casitas de barro que a veces fabrican las avispas. En un paseo al campo vio una choza de barro y exigió que detuvieran el carro para bajarse y raspar con sus uñas pequeños trozos de barro y comérselos.


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Ahora bien, ¿Serán los antojos una creencia, o realmente existen? Estoy en mi tercer embarazo y puedo decir que en los anteriores sentí una necesidad imperiosa por probar ciertos alimentos y más que eso, tenía especial gusto por las combinaciones extrañas. Por ejemplo, con mi primera hija me gustaba mucho comer manzanas con maní salado, tomaba un puñado de maníes mientras en la otra mano tenía la manzana y echaba el puñado de maní en mi boca al mismo tiempo que le daba un mordisco a la manzana. Podrían preguntarse porqué simplemente no picaba la manzana y la agregaba a un bol con los maníes, pero a mí me gustaba dar el mordisco a la manzana sin cortar.

Con mi segunda hija comí hasta el hartazgo un suplemento alimenticio llamado Cerelac muy conocido en mi país. Generalmente se consume con leche como una merengada, pero a mi me gustaba con agua bien helada y sin leche, hacía una especie de papilla espesa y me lo comía feliz. Antes de mis embarazos no soportaba el sabor de la fresa ni el de la avena caliente y luego de estos me encantan ambas cosas.

Como buena curiosa que soy, me dediqué a investigar y encontré lo siguiente:

- Algunos médicos y nutricionistas atribuyen esas ganas imperiosas que siente una mujer embarazada por comer tal cosa, a un déficit de nutrientes importantes, como algunos minerales y vitaminas, y que el cuerpo en vista de esta deficiencia genera una ansiedad por comer los alimentos u objetos que contengan estos sustentos.

- Otros aseguran que el causante de ese apetito repentino y específico hacia algo en concreto, es el cambio hormonal que sufre la embarazada durante el proceso de gestación.

- Y algunos indican que este comportamiento no es más que una manera de llamar la atención de la gestante para obtener cuidados especiales por parte de su esposo o familiares.

¿Pero le saldrán manchas a mi bebé si no cumplo mi antojo?candas.jpg

Médicos pediatras han aclarado desde hace ya varios años que, los alimentos que la madre consume durante el embarazo no influyen en la aparición de marcas o manchas en el bebé. Pero no está de más llevarlo al doctor para que revise cualquier marca que genere dudas en los padres.

El profesor y dermatólogo Seth Orlow, especialista en dermatología pediátrica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, dice que:

La mayoría de las marcas de nacimiento son inofensivas, y muchas desaparecen por sí solas en los primeros años de vida. Sin embargo, hay algunas excepciones. De hecho, 40.000 niños estadounidenses al año nacen con manchas que requieren atención médica. Por eso es importante que el médico revise todas las manchas de nacimiento que tu hijo tenga.
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¿ Y babeará por culpa de mis antojos no cumplidos?barrigona.jpg

Tampoco babeará a causa de los antojos. Pediatras explican que el babeo en los bebés son etapas de su crecimiento y son acontecimientos absolutamente normales. Durante los primeros dos y tres meses el bebé empezará a producir abundante saliva y como aún no han aprendido a tragar muy bien la expulsan fuera de su boquita. Luego cuando su cuerpo se prepara para deglutir nuevos alimentos también empezará a producir más saliva y el exceso claramente saldrá de su boca. Por último cuando ya se acerca la etapa de la dentición, la necesidad que sentirá el bebé de rascar sus encías hará que se propicie más producción de saliva.

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Entonces ya podemos tener una idea de porqué nos provoca comer ciertas cosas durante nuestro embarazo, solo tenemos que estar atentas para tomar los suplementos vitamínicos necesarios y así no tener que salir corriendo detrás de un montón de hormigas por ejemplo, ja,ja,ja.

También sabemos que si no logramos comernos ese corazón de hormiga hembra que tanto anhelábamos nuestros bebitos nos saldrán con marcas ni cosas raras.

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¡Felicitaciones!



Puedes consultar el reporte diario de curación visitando @entropia

Excelente… hace unos días pensaba en eso. Yo creo que es la opción 3, con parte de la 1. Buenísimo.

También lo creo así, lo veo como una mezcla de demanda de cariño y algún déficit en nutrientes, porque a veces los antojitos implican algún dulce o uno que otro masaje ;-) Gracias por volver a visitarme.

Yo he visto tanto viejo baboso que creo que sus madres sí tuvieron fuertes antojos y no se lo cumplieron. Ja,ja,ja, es bueno antojarse porque a uno lo miman más.

ja,ja,ja pobres viejos, tienen que averiguar de que se antojó su madre para que dejen entonces de babear.

ji, ji, ji, de algo imposible de conseguir, seguro.

Que buen post @lilianajimenez

Un saludo desde mi cocina

Gracias, me alegra tu visita.