Defino hobby como todo aquello que me gusta hacer aunque no me genere ningún ingreso económico, algo que me hace sentir feliz y por el cual sería capaz de pagar. Mi hobby no me genera ingreso ni costo alguno, está presente en mi vida desde niña y afortunadamente es parte de mi trabajo actual.
Desde que soy una niña actúo, recuerdo que jugaba con mis hermanitas a representar diversos personajes: un día era una loca, otro una madre con tres hijos, otro día una secretaría, otro día una bruja y otro día una reina de belleza. También nos maquillábamos y nos vestíamos con la ropa de mamá, realizábamos espectáculos musicales, construíamos mansiones con las sabanas y nos besábamos con príncipes azules imaginarios, ¡era un mundo fantástico ¡ Actuar es mi hobby y mi pasión desde que soy una niña hasta los actuales momentos. Cuando actúo es como si jugara, juego a dejar volar mi imaginación, solo vivo el momento y me dejó sorprender por las circunstancias de la escena.
En la universidad comencé a disfrutar de sesiones de cuenta cuentos que se presentaban cada tarde. Unos cantaban otros y contaban historias. Me fascinó tanto esta actividad que realicé un taller donde me formé como cuentacuentos desde allí comencé a este maravilloso oficio. Cuando cuento cuentos la niña que llevo por dentro sale a la luz para jugar y hacer travesuras, haciendo que toda la historia sea posible, primero en mi mente y después en la mente y en los corazones de quienes escuchan.
Cuando actúo o narro un cuento utilizó como herramientas la imaginación. Busco imágenes visuales: me imagino como caminan los personajes, como es su vivienda, como son sus ojos, asimismo invento imágenes olfativas: percibo como huelen las frutas, un perfume de mujer ,el olor de la playa creo imágenes auditivas: escucho la voz de caperucita roja, la voz de cenicienta ; el sonido del tren y construyo imágenes kinestesicas: siento el clima, el sol en mi piel, el frio el calor de esta forma me adentro en la historia para vivirla dejando que mi alma sueñe, dejándome conmover. A través de mis imágenes puedo generar emociones y es grandioso ver las expresiones de sorpresa o alegría en los rostros de cada espectador. Deseo llegar a contarles cuentos a los hijos de mis hijos y poder ver en sus rostros la emoción que generan las palabras.
Soy docente de educación especial y utilizo el teatro como estrategia de aprendizaje para favorecer la adquisición de la lectura y la escritura, es una forma divertida de enseñar. Me siento sumamente feliz cuando mis estudiantes desarrollan sus potencialidades artísticas. El teatro permite que los estudiantes se formen integralmente acrecentando la autoestima, mejorando las relaciones interpersonales y mejorando el proceso de adquisición de la lectura y la escritura.
Para mi trabajo escribo libretos de obras de títeres, libretos para obras de teatro, libretos para guiones de radio y en las vacaciones me dedico a leer literatura, si el texto me impacta le realizo adaptaciones para luego realizar un montaje de teatro de títeres o dramatizaciones. Cuando veo a las personas interactuando en la calle me imagino los diálogos e invento un conflicto y un desenlace así voy escribiendo historias. Mi hobby está presente mi trabajo y en la cotidianidad de mi vida.
A mis cuarenta y cuatro años una amiga me invitó a trabajar en una obra de teatro, iba a representar a una indígena Venezolana, un personaje de carácter. Fue un gran desafío para mí puesto que nunca había realizado esta actividad de manera formal. Siempre soné con actuar en una sala reconocida de teatro, soñé con actuar en las tablas de un teatro, un sueño que se hizo realidad.
Aprendí con la profesora Janet Tunes que lo más importante de un actor es contar con los valores de la humildad y la voluntad condición necesaria para ir sistemáticamente desarrollando el talento si desesperarse. Al levantarme me repetía “quiero y puedo, Apacuana es un éxito” Fui paciente y constante en los ensayos, después de varios meses presentamos la obra Apacuana y Cuaricurian escrita por Cesar Rengifo, mi corazón creció de emoción porque logré materializarel reto. La primera vez que me presenté mi pareja mis hijos mi madre, mi padre, mis hermanas, mis sobrinos y hasta mi abuela estaban en la sala de teatro. Fueron mis espectadores mis fotógrafos, mis camarógrafos y mi fans. Al terminar de presentarnos el corazón me latía a millón y cuando me encontré con mis familiares no pude contener las lágrimas. Ha sido un grandioso regalo que me ha dado la vida.
¡Amo el teatro ¡ no concibo mi vida sin este gran amor. Me encanta actuar, soy en las tablas como una niña cuando actúa no tengo edad, mi cuerpo es perfecto, no existen límites, todo lo imaginado es posible, solo estoy yo y el mundo creado, tal vez por eso se habla en el teatro de una cuarta pared en el escenario, la pared que hace falta para olvidarse de todos, una cuarta pared imaginaria que es necesaria para introducirte en la realidad escénica, para poder entrar en una fantasía creíble.
Actuar me genera una emoción tan grande como la de dar a luz a un hijo. Cada vez que presento ante el público mi trabajo renazco, me reinvento, me renuevo y me fortalezco. Esta actividad hace posible que mi voz, mi cuerpo, mis ojos, mis manos, mi alma y mente se expresen con mayor libertad, permitiendo que lo invisible se haga visible, que mis ideas e imágenes mentales se exterioricen en mis acciones, incluso se escuche mi silencio y mi quietud, que también hablan. El teatro ha hecho de mí una persona más segura y autentica, más valiente ofreciéndome ser “solo yo misma”. Si volviera a nacer me gustaría contar con la dicha de tener la misma familia, los mismos hijos, los mismos amigos, la misma profesión y la oportunidad de hacer teatro.
“El teatro es una llama que quiero llevar encendida en mi corazón hasta mi último suspiro” Lisette
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