Me dan miedo los violines chillones.
Dios ¿quién eres? ¿Existes?
Tonto idiota no eres nadie
Como yo, el equivalente me dice que estamos en el mismo nivel, el suelo. Todos somos nada así que soy tú.
Yo soy
Yo no existo
Invento del hombre, despreciable.
Si fueras mi madre, ¿te seguiría odiando?
Son plegarias las que escucho en A, Op 92.
Estorbo en el cerebro, tu religión desborda sexo y flagelación. Cínico.
Te odio a ti para no odiar a los demás, tu cometido, imbécil.