Solo importas tú

Aún estoy esperando. Aún conservo las esperanzas de que vuelva tus caricias a mi piel, que poco a poco regreses a mi y me transmitas tu calor, convirtiéndonos en uno solo. Quizás fantasee demasiado, pero así soy, siempre manteniendo la ilusión, siempre anhelando un sueño.

Los días han sido de tormento, una pesadilla el vivir sin ti a mi lado. Las calles se sienten vacías, frías y muertas.
¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿No puedo simplemente continuar y adaptarme a la idea de que no estarás a mi lado?

Al parecer no puedo, porque continúas vagando en mi mente, rodando por cada uno de mis pensamientos haciendo que ignore las bellezas que me rodean. ¡Si, que ignore todo! Porque al ver a alguien solo la comparo contigo; juzgo su cabello porque no lo trae como sueles traerlo tu, los ojos de nadie me muestran la bondad que los tuyos poseen, ni la risa de nadie es tan especial y mágica como la tuya.

¡Me estoy volviendo loco!

A donde vaya, termino llegando a donde te encuentres, aunque corra en dirección opuesta hacia el otro extremo de la ciudad llego a tu lado. ¿Es acaso una jugarreta del destino? El recordarme cada día que no te tengo y que jamás volveré a tenerte, viéndote feliz, riendo y disfrutando de la vida aunque yo simplemente me haya ido.

Duele, verte feliz duele. Y no es que me moleste que hayas logrado superarlo, me duele el hecho de que yo no pueda hacerlo, que yo no pueda continuar y no pueda desprenderme de ti.

La vida resulta muy irónica, siempre pensé que sería yo quien se despediría de ti pero ha sido todo lo contrario. Tu continuaste y yo sigo vagando.

Este día he decidido despejar mi mente en un bar, quizás no tenga con quien hablar pero al menos el ruido del lugar opaca en mi mente tu nombre. Me río de los chistes de unas universitarias que llaman la atención descaradamente de un grupo de jugadores de béisbol, cuando decides aparecer una vez mas. No sé si soy yo quien te sigue, o eres tú quien me sigue a mí.

Te veo acercarte a la barra donde estoy sentado, pasas por mi lado sin verme siquiera. Vas hermosa, tu cabello rubio como cortinas al lado de tu cara, tu escote es seductor sin duda, hacia mucho que no te veía usar algo tan provocativo. Aun usas el negro, pero he visto que la sonrisa ha vuelto a tu rostro, ha regresado la felicidad a tus ojos. ¡Que tristeza no ser yo el causante de esa felicidad!

En la barra un hombre alto llama tu atención con su mano, y en su rostro se evidencia que le pareces hermosa. Claro que le pareces hermosa, ¡eres la mujer mas hermosa del planeta!

Te has sonrojado y al llegar a su lado te planta un beso en la boca. No puedo soportarlo, creí que podría dejarte ser feliz con alguien más pero no puedo. Hace solo un año que te he dejado. ¡Solo un año! , sé que la felicidad cuando llega solo se debe tomar y ya, pero aun así quiero que me recuerdes un poco más, que me mantengas en tus pensamientos un rato más.

Así que corro hacia ti, intento tomarte de la mano pero no puedo, ¡claro que no puedo!. En vez de eso le tumbo el vaso con whisky que lleva tu nuevo galán en la mano. Retrocedes exaltada cuando moja completamente tu vestido y él entre súplicas te dice que lo lamenta. Lleno de gozo observo todo la escena, jactancioso de que no puedan observarme de que solo sea un alma vagando en este mundo sin rumbo fijo.

No, definitivamente no me hace feliz arruinar tu vestido, aunque aun sigues hermosa. Observo bien al desesperado hombre y me fijo en que no lleva anillo de casado, que está sinceramente abochornado por lo que sucede y luce de una manera muy presentable. Se que tus gustos por los hombres nunca han estado mal, y no es que yo me haya creído un magnate, pero siempre te respeté y para mí solo fuiste tú.

Por lo visto, para alguien nuevo solo importas tú.

Con rabia, irá y desolación lloro. Lloro por no haber cumplido los sueños que te prometí, lloro por no haber estado durante más tiempo, lloro por haber salido en mi moto esa noche lluviosa y haberte abandonado para siempre, lloro porque me doy cuenta que mereces ser feliz y yo debo permitirlo.