Vida, amor, desolación. Capitulo I
Cada día pasa en agonía... no ha pasado mucho tiempo desde la última vez que dormimos juntos, pero su ausencia me afecta.
¿Cuánto tiempo tenemos juntos? podría decir que toda una vida, pero sencillamente han pasado cinco meses.
El inicio de nuestro romance es confuso. Todo sucedió en su habitación un primero de marzo. El sol entraba por la ventana abierta de su habitación, contigua a la mía. Nos habíamos establecido en ese departamento un año antes, cuando iniciamos juntos la universidad. Yo en teatro y él en ciencias de la salud...
Sentada a su lado me pidió un abrazo porque se sentía solo, luego de un tiempo abrazados giró su cara y me besó. Un beso dulce, amoroso y lleno de vida. Me sentí viva como nunca. ¿Qué si fue especial? por supuesto, fue mi primer beso aunque él no lo sabía. Se apartó de mí algo exaltado y agitado, al igual que como estaba yo, pero nos reíamos, yo nerviosa, pero él me abrazo nuevamente y de mis labios se apoderó.
Me enamoró totalmente y yo no me había fijado. Con cada charla, con cada gesto se coló dentro de mis pensamientos de forma constante y persistente. Su nombre, Julian.
Cada día me despertaba y lo encontraba en la cocina preparándome el desayuno, con una sonrisa radiante que me daba calor en el corazón. Me saludaba y despedía con un beso cada día, aunque cuando teníamos visitas todo se limitaba.
Varias semanas pasaron y nuestra rutina continuaba, cada día los detalles aumentaban, siempre un chocolate, o una flor, algo que me generaba mucha alegría.
Cierta tarde, llovía a gran intensidad, así que aproveché para echarme en la sala de estar con un plato de cotufas y chocolate caliente a ver TNT, envuelta en una sudadera... De pronto la puerta se abrió y Julian entro chorreando.
Se saco los zapatos y se instaló a mi lado. No me saludó de forma habitual, solo se me quedó observando durante largo tiempo.
Decidida a que hablara, le pedí explicación así que simplemente me apagó el televisor. Tomo mis manos y me dijo que debíamos hablar, porque sencillamente él no lo aguantaba más.
Comprendía que todo lo que estaba sucediendo estaba mal, no por nuestra edad, solo nos llevamos cuatro años... mas bien por el lazo que nos ha unido toda la vida, aun así confesó su amor por mí...
Yo no sabia que decir, para mi todo era novedad, yo solo sentía sus manos sobre las mías. Quería llorar, no sabia el motivo pero quería hacerlo... No le respondí durante mucho rato. Su cara cambió, de nervios a pánico y de pánico a dolor y empezó a quitar sus manos de las mías, pero lo tomé fuerte, y sin meditarlo un minuto lo halé hacia mí y lo besé.
Lo besé como si no hubiese otro día, me abrazó durante largo rato y nuestro beso continuó, sus manos descendieron de mi cabello a mis caderas, y suavemente las pasó por debajo de mi sudadera llegando a mi cintura. Sentía su olor, y el agua de su cabello negro chorreaba en mi mejilla.
Me apretó contra sí fuertemente y poco a poco se deshizo de mi sudadera, quedé solo en mi pantalón de pijama que terminó en la esquina del cuarto de estar. Con manos temblorosas y torpes le saque la franela y me pegue más a él.
Conmigo unida a su cintura, caminó hasta su habitación y me depositó en la cama suavemente. Con determinación tomé su cinturón y lo lancé lejos y proseguí con su vaquero quedando ambos solamente en ropa interior... sentí desaparecer mi brasier y él se instaló en mi pecho, besandolo y lamiendolo suavemente.
Me besó todo el cuerpo y entre cada beso repetía lo mucho que yo le encantaba, y lo que le encantaba cada parte de mi ser. Yo solo me dejé llevar, y en un remolino de pasión nos perdimos juntos hasta quedarnos dormidos.
Al despertar ya había oscurecido así que decidí preparar la cena. Decidí hacer sándwich para los dos, pero mi querido compañero me sorprendió abrazándome por la espalda. Me dio un beso en el cuello y bajo hasta mi cintura. Sus manos, grandes y suaves me recorrían nuevamente con pasión sin detenimiento, sin aprensión.
Se apoderó de mí una vez más, de forma violenta y apasionada llenando de besos todo mi cuerpo.
Comimos en silencio, sonrojados aún por la reciente actividad, cuando su teléfono celular sonó. La realidad nos consumió y lo vi en su rostro, su sonrisa, tan perfecta, ahora en una mueca torcida.
Sin decirlo lo supe, papá vendría a ver a sus hijos que estaban lejos de casa y necesitaban supervisión.
Hola Steemit, hoy traigo una historia algo de un amor enfermizo y nada natural. Pero esta la dividiré en diversos capítulos, que espero sean de su interés. Debo agradecer de corazón al equipo de @Cervantes por motivarnos cada día, de igual manera a mi familia hermosa de @Mosqueteros que ya tiene muchísimos integrantes.
Muchas gracias a tí lector por ser constante en mi blog, y si eres nuevo ¡Bienvenido!
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Hermoso relato vivencial. Buena pluma para extraer contenidos del corazón.
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Que lindo :)
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Comenzó bien !!! esperare los Sig cap!! cuando la obsesión llegue jeje
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Estoy ansiosa porque llegue el siguiente martes para publicarles el siguiente capitulo... Un saludo querido @cupido
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Wow realmente me gusto tu escrito, hay mucha pasión una hola de emociones entre ambos, seria bueno recrear el escrito agrando una cuantas imágenes que vayan acorde con el, me gusto leerte, desde ya esperando la próxima parte fuerte abrazo.
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