195.- MARGARITA Y EL MAESTRO... (LXVII)

in spanish •  7 years ago 

El domingo, a las nueve cuarenta de la mañana le envié a Rob: “tengo un amor ingrato (bis) y x él kasikasi m mato.Keoy apto. vacio asta 4:30 PArekogé cosas (norobarme+;) BSOS”.

Por la tarde me volvió a llamar la catalana diciendo, lo primero, que no sabía si era bueno o malo el hecho de que hubiese batido un record conmigo de permanencia pegada al móvil. Luego desvarió la cosa hacia que no recordaba bien, porque han pasado cuatro años, pero que lo mismo Robe y ella se hubiesen “enrollao” en el hotel Picasso (y no en la furgoneta de Periko y Maka como yo pensaba porque así me lo contó el Robe) si este hubiese funcionado. Total que terminó colgándome el teléfono y yo fumando un cigarrillo, pero juro que en un mes este fue el segundo y espero último. El caso es que a las cinco de la madrugada, ya del lunes, me desperté y me dio por encender el móvil, que había apagado por si a Ana le daba por llamarme a la hora que le viniese en gana, cosa propia de ella, y vi que tenía una llamada, a más de las once, pero de Robe. Entonces, al parecer de forma equivocada, deduje que Ana le habría comido la cabeza a Robe y este habría querido putearme, así que le envié a este: “¡La herencia kemas dejao!: venga llamar an@ kesino tempalmast koneya nelotel kesi nDilar leparecí modeloy ultimavé maruja, ke (komotó yonki) dond dije diego…¡kbezón!”

Dilar es un pueblo de Granada donde fuimos Robe y yo, la batukada Tantatrán, conducidos por Marcial, la catalana, Bernarda y otros cuantos hace cuatro años, precisamente un veintiuno de noviembre. Me acuerdo porque era mi cumpleaños y Robe me dio el día. Era la primera vez que la catalana y yo nos veíamos, aunque ella sabía quién era yo y yo solamente me di cuenta de su existencia cuando por la mañana, pasamos una tarde y una mañana, ella le pedía a la dueña de la casa donde dormimos que pusiera bastante azúcar en la leche de Roberto, pero ni me fijé en su cara ni nada. Yo andaba mosqueada, y así se lo volví a repetir el otro día, porque Roberto había ido todo el camino enfermo, o fingiendo que lo estaba como tantas otras veces, y cuando me separé de él para darle una vuelta a Milton y volví a verlo estaba felizmente tocando la guitarra, cantando y echándole toda la onda a una joven del pueblo que pasaba por el baretillo con su novio, amigo o amante. Y haciéndose el enfermo y yo haciendo de enfermera no me dejó que me relacionara con los de la batukada ya que cuando se recuperó estos ya estaban actuando. Bien, pues dice la catalana que de la que sentí celos fue de ella y que qué mal cuidé al perrito dejándole dormir al raso, y yo que esto no es verdad, que, como todos, quisimos dormir en la casa, que a quién se le iba a ocurrir dormir al raso al lado de Sierra Nevada un noviembre, que lo que ocurrió fue que los dueños de la casa, qué vaya jipis por otro “lao”, no le permitieron la entrada al perrito así que los tres, Robe, Milton y yo, dormimos en unos sacos de dormir, en la entrada de la casa, suelo de cemento, bajo un nogal y que dormimos profundamente, pero claro, el gordo, el dueño de la casa ya se me cruzó para siempre, además era la segunda vez que lo encontraba y la primera ya me había parecido un bocazas, un “pringado”, un metepatas. Le conté a la catalana que ese gordo, amigo suyo, que hay gordos y gordos ¡cuidado! La primera vez que me vio fue en Barbate, cuando yo todavía no podía imaginar que fuese a ser compañera de Robe, pero que este ya estaba pensando en instalarse en la casa de Marcial, total que iba yo junto a Robe por la acera de una calle estrecha y el gordo por la de enfrente y salta el gordo: "¿Qué Robe, te has buscao una “groupie” no?" Para terminar con el gordo lo único que digo es que la chavala que iba con él tenía una cara de “amargá” que “pa” qué.

El caso es que ayer me llama Robe, a eso de las dos de la tarde, y nada más ver su nombre en el móvil pienso: verás tú ahora el puteo, pero cuál es mi sorpresa que va y me dice que no vino el domingo porque no estaba bien de salud, que pensaba venir esta semana, que no le tengo que decir cuándo no estoy, que no es para tanto, que no le importa verme, que él no llevará escopeta pero sí quien lo acompañe, y yo que a su acompañante no lo quiero ni ver, que a él sí... Lo mismo es para seguir quemándome la sangre. Entonces le envié: “anakesi laeroina ket daBernarda smuyfuert kenolayama pq suna manipuladora kesoy pija kejajastoy enamorá y yo: ¿kekiere kelodie?keno vuelva kont…Ykevengas7u8diaso+BSOS.El viernes (mikumple;)voy al barbarela3:30sikiere komemo, vienes akí días, luego keterekojan(tb.voy28alas9:30) porfaNomeyames kontiAl lao.”

A las dieciséis cuarenta y seis recibí un mensaje de la catalana: “AYER T PASASTE 4 GALAXIAS.GRACIAS”. Hoy no le he enviado nada.

005.jpg

LA FOTO ES PROPIA

El texto es parte de mi 1ª novela que estoy compartiendo aquí, en Steemit, y que puedes encontrar, junto a las demás, en formato digital o en papel en http://www.bubok.es/autores/BOKUSU

En dicho enlace puedes leer los inicios, las sinopsis, críticas y más. Llegan a cualquier lugar del mundo. En uno de mis 2 perfiles de Facebook tengo un álbum con fotos de comentarios, críticas, de lectores y otro de personas que se han querido hacer fotos con mis libros en señal de apoyo (algunos más o menos conocidos como la artista Rakel Winchester o el ilustrador Ángel Idígoras. @domidelpostigo me hizo una entrevista muy interesante...)

En mi blog, http://margaritabokusumina.blogspot.com cuento todo lo que ha sucedido desde que decidí publicar y más.

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!