Condenado al terror
Caminando lenta y agresivamente
Por los pasillos de mi mente
Por más que lo mate
Nunca callará
Emparedado entre las penumbras
Del pensamiento
Y el horror danzante
Que vigila constante.
Atrapado en mí
Atado me tiene
Sin ataduras, arnés ni cadenas.
El tiempo, inexistente por supuesto
Es una condena.
Condenado al terror.