Esa noche, en el cielo no se notaban las estrellas, la luz de la luna era tenue, ella solo tenía una linterna como compañera, estaba perdida, hambrienta y sucia, los acontecimientos pasados acaparaban sus pensamientos, aún después de muerto, sus recuerdos hacían eco en su mente, no iba a dejarla en paz hasta que terminara con todo aquello que le fue encomendado. Pero, ella no paraba de preguntarse ¿y si no quiero hacerlo?, vagando por ése bosque, cada vez más adentrándose para lograr el objetivo que le fue impuesto, a la fuerza, sin motivos, solo por puro gusto.
Llegando al lago pudo verlo, sentado en aquel viejo tronco, una guitarra vieja reposaba sobre su regazo, casi como si estuviera esperando su llegada.
Has vuelto por estos lugares- Habló sin mirarla- Supongo que has venido por mí ésta vez.
Sabías que en cualquier momento vendría- Volteó su rostro y la miró, sus ojos ensombrecidos, sin aquella pizca de luz que alguna vez los caracterizó.
Lo sabía pero, ¿Por qué el disfraz?
Al menos quería que vieras a la persona que más te amo a pesar de todo, tómalo como un regalo.
¿Un regalo? Te has llevado todo lo que he amado y hoy decides darme ese regalo tan ridículo.
No tengo la culpa, sólo cumplo órdenes, así es la vida, a todos les llega el final, y este querido amigo es el tuyo.
Suspiró, resignándose y preparándose para irse.Está bien, como digas, acaba con esto de una vez.
Se acercó, colocando una mano sobre su hombro, le susurró que todo estaría bien, el alma del anciano abandonó su cuerpo, era el fin de su historia en ese momento.
Una vez más la muerte cumplió con su trabajo.
Les dejo esta mini historia que escribí, espero les haya gustado, Feliz inicio de semana.