Di Maio es para mi, como médico legista, mas o menos lo que debe de ser Harrison para un internista, o algo muy similar, por supuesto no soy internista y no puedo asegurarlo, pero mas o menos esa es la idea.
Cuando era mas joven y viajaba en sucios vagones de metro que iban hacia el sur, el hospital de Xoco, de la secretaria de salud, el pequeño Manual de Medicina Legal, editado por Diaz de Santos me acompañaba en el trayecto. Fue un descubrimiento fortuito. Recuerdo que estaba en zona de hospitales, en una librería cuyo nombre no recuerdo, y lo ví, allí, en el micro rincón de libros dedicados a mi especialidad. En ese entonces ya tenia mi Gisbert, fotocopiado a dos paginas por hoja, y en dos tomos, para economizar, y mi Patito, jamas impreso, en .pdf, ya me había leído el Vargas Alvarado de cabo a rabo, por pura mala voluntad, para poder criticarlo a gusto.
Llego Di Maio, y me acompaño casi toda la residencia, en la mochila, a veces me ayudaba a dármelas de listo, a veces me daba mas preguntas que respuestas, pero al fin, así de lejos, y con una traducción cuestionable fue una especie de mentor para mi. Tal y como puede ser un mentor Raymond Chandler, o Paco Ignacio Taibo ll.
Muchos años después, casi por casualidad me encuentro una suerte de remembranza, escrita a dos manos, en esa tienda en linea, la compro, y lo abandono por años en un alejado rincón del librero... hasta que lo re-descubro, lo leo, y... bueno... casi diez años después descubrirlo como mentor, descubrirlo entre lineas, como persona, puede ser algo chocante.
Chocante porque eres dolorosamente consciente de que hay cosas que no cambian ni la perspectiva en derechos humanos, ni la perspectiva de genero, ni el nuevo enfoque que se ponga de moda la semana que entra, la perspectiva forense es fría, y a veces puede ser cruel; es cruel explicarle a un padre que su hijo a muerto, por su propia mano, a pesar de lo inverosímil que la parezca, por mas imposible que le parezca al "sentido común", o a la sabiduría popular... ¿Como convences a un deudo de que es posible que alguien se asfixie, se cuelgue, y muera sin que sus pies se eleven sobre el piso? ¿Como explicas, que si, que hay personas capaces de matarse con una sierra eléctrica? O de disparar dos veces sobre el cráneo un arma para aturdir ganado hasta conseguir su propia muerte? Es ese tipo de opiniones impopulares que pintan de rojo y negro el anfiteatro y envuelven en una capa gélida el trabajo del forense. ¿Pero como se lo explicas a alguien que no ha separado manualmente el cráneo de otro ser humano?
Y es por ello que da miedo. Da miedo estar tan de acuerdo con alguien en casi todas las cosas, o ir desgranando las palabras y mientras lo lees, ir pensando "ya sé por donde van los tiros", y acertar, y sentirte muy listo, como un alumno aplicado, como un alumno aplicado que se gana una palmada del profesor, solo que la palmada nunca llega pero la verdad eso no importa. Es bueno darse cuenta de que no estas solo.
Parece sombrío, y lo es, pero... ¿no fue el maestro Yoda el que dijo que ni toda la oscuridad del mundo puede apagar la luz de una vela?
ADD: y si, eso significa que en el anfiteatro casi siempre sacamos rayitos de luz de lo que pudiera parecer una oscuridad perpetua.