Usar lo negativo como impulso es un secreto invaluable para el andar, somos atraídos por ese polo negativo (pues polos opuestos se atraen), a su vez nuestra mente ayuda a convertir ese aspecto negativo en algo positivo y TARAAAAAN, ocurre la magia (pues polos iguales se repelen), este factor nos impulsa, nos enseña, nos motiva.
En lo particular, me encuentro en un estado en el que agradezco a esa fuente que nos provee no sólo por las cosas buenas, si no sobretodo por las que mal llamamos “malas”, pues son las que me hacen reflexionar acerca de quién soy en la actualidad y quien quiero ser en un futuro, hasta donde espero llegar y lo que tengo que hacer para alcanzarlo.
En momentos “difíciles” me conecto con mi verdadero yo, así mismo como busco hacerlo con la fuente, pues si no estoy en sintonía con ella nunca puedo superar ese mal trance y ser otra vez ese cauce de paz. No pidamos estar en paz o tener paz, si no ser proveedores de paz pues para que esto sea posible ella tiene que estar de forma intrínseca en cada parte de nuestro sistema.
Otro aspecto interesante acerca de la conexión con la fuente y nosotros mismos es dejar a un lado esa cosa tan maligna que ha sido el responsable de la mayoría de las catástrofes de la humanidad entera como lo es EL EGO, pasamos la vida con eso anclado a nosotros en una lucha eterna por ser superiores al de al lado, cuando la verdadera lucha es con nosotros mismos. No hay que concentrar la energía en ser superior que al de al lado, si no con ser superior a nuestro “yo” del pasado.
Si sientes que eres mejor que antes, mis más sinceras felicitaciones. Estas cumpliendo con el propósito que la fuente trazó para ti.
No sé cuál sea tu fuente, pero mi fuente es Dios