Definir la palabra Educación y establecer su importancia para un país, según la apreciación actual, requiere, esencialmente, acudir a nociones generales relacionadas con las profundas transformaciones para la consolidación de una sociedad humanista, participativa, multiétnica, democrática, protagónica, plurilingüe e intercultural en un Estado de derecho y de justicia. En este sentido, León (2007) menciona que "para establecer su definición es preciso considerar la posición y naturaleza del hombre y la cultura en su conjunto, para lo cual cada particularidad tiene sentido por su vinculación e interdependencia con las demás y con el agregado" (página 596.).
La educación busca la cultura, civismo, respeto, seguridad, etc. de todos los ciudadanos de un país o nación, es decir, es una forma de ser libre. De allí el contraste más complicado de la educación: esta busca asegurarle la libertad al hombre en la sociedad; sin embargo, la educación demanda entrega, rendición, disciplina, conducción, y se guía bajo caracteres de obligatoriedad y a veces de autoritarismo, firmeza y direccionalidad, una libertad limitada.
Se puede decir entonces que, la función e importancia de la educación estaría concentrada en la obtención de logros con su respectiva significación personal por parte de quienes intervienen en ella, a la vez que busca constantemente la mejora y evolución social a través de un alto compromiso de todos los ciudadanos en su entorno concreto y en el sistema global. Por lo tanto, el sistema educativo es realmente una parte del sistema social y que desde la escuela se tienen que cumplir funciones concretas interactuando con la realidad social.
Ahora bien, el individuo, progresivamente, requiere ser educado; es decir, formado e instruido de una manera holística, de modo que reciba, explore, experimente y transmita nuevos conocimientos significativos, donde exprese la importancia del ser en calidad de persona, enfocado hacia su desarrollo biopsicosocial y cognitivo, bases esenciales para la vida, esto sería el reflejo de una enseñanza proactiva y dinámica, sustentada por la adquisición de un conocimiento que permita ir de la reflexión a la acción (Valenzuela-Trigueros, s/f).
Por otro lado, la educación para el progreso de un país se fundamenta en un contiguo de propuestas teóricas y prácticas consignadas principalmente a evolucionar el conocimiento, las percepciones y las actitudes de la población de los países, esto para alcanzar un avance en las relaciones de las propuestas del Desarrollo Humano. En este sentido, Marúm-Espinosa y Reynoso-Cantú (2014), establece lo siguiente:
Desde esta perspectiva, la educación toma su importancia por la capacidad que ofrece a la población de ayudar en el desarrollo económico de un país, originando para tal fin una población dotada de todas las capacidades cognoscitivas y técnicas que contribuyan a la producción moderna; sin embargo, desde el enfoque del desarrollo humano, su importancia radica en que contribuye a la eliminación de las privaciones humanas, o a la expansión de las libertades de los individuos para tener una vida plena (Brunner y Elacqua, 2003).
De todo lo expresado anteriormente, Venezuela no escapa a esta realidad. En efecto, la República Bolivariana de Venezuela vive momentos de profundas transformaciones en lo referente a Educación. Y es que todo sistema educativo está respaldado en una sistematización jurídica que a la par de formular los elementos filosóficos que lo orientan, lleva a cabo los programas, proyectos, objetivos y estrategias propuestas para alcanzar los fines deseados (Brizuela, 2010). En Venezuela, los lineamientos del sistema y del proceso educativo están expresados en las disposiciones legales contenidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y en la Ley Orgánica de Educación (LOE).
En este mismo orden de ideas, la CRBV, en sus artículos 102 y 103, orienta el proceso educativo como la formación de un ciudadano y una ciudadana con principios, virtudes y valores de libertad, cooperación, solidaridad, convivencia, unidad e integración, que garanticen la dignidad y el bienestar individual y colectivo; así mismo, establece la educación integral para todos y todas como base de la transformación social, política, económica, territorial e internacional; otorgando al Estado la responsabilidad de asumirla como una función indeclinable.
A partir de las consideraciones anteriores, en el Currículo Nacional Bolivariano (2007) se establece lo siguiente:
Desde este criterio, la importancia del sistema educativo en Venezuela, es que permite establecer un modelo de equilibrio social que hace posible cumplir el modelo constitucional de avalar una educación integral para todos los ciudadanos, asegurando de alguna manera, desde las primeras edades, la atención de los niños, hasta alcanzar su formación para la vida como seres comprometidos con la transformación de la sociedad en que se desarrollan.
Las políticas educativas en nuestro país deben estar destinadas para la mejora de la calidad, aumento de la cobertura y modernización del sector educativo, pasando por una revisión y reforma de todos los niveles y modalidades, por lo que se le ha dado mayor énfasis al proceso de descentralización como una visión emplazada a dar una alta autonomía de gestión a los centros educativos; y por otra parte, generar cambios profundos en la profesión docente para la transformación de las prácticas pedagógicas.
Finalmente, lograr estos objetivos en los diferentes niveles educativos en Venezuela permitiría formar personas con una mejor aptitud de reflexión, que, además de contribuir a que sean mejores profesionales, también formaría ciudadanos responsables en su relación con el otro y con la sociedad. Es así que, entre todos los ciudadanos de este país deben fomentar y apoyar al progreso de la educación impartida actualmente, pues los cambios tecnológicos relacionados con la globalización son irreversibles; no obstante, podemos especular que estamos obligados a edificar una globalización que atienda también derechos humanos, sociales y económicos, una globalización que evite la polarización de clases y de países, y esto se puede lograr a través de una educación que fomente en el ciudadano un pensamiento crítico y reflexivo.
Bibliográfica
Brizuela, M. (2010). Sistema educativo venezolano. Módulo de Sociología de la Educación, Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar. Postgrado en Educación. pp. 32.
Brunner, J. y Elacqua, G. (2003). Factores que inciden en una educación efectiva. Evidencia internacional, Santiago de Chile, cepal (Serie de Políticas Sociales, 9). Recuperado de: Fuente [consulta: mayo 2018].
Currículo Nacional Bolivariano. (2007). Sistema Educativo Bolivariano. República Bolivariana de Venezuela. Caracas. Septiembre, 2007.
León, A. (2007). Qué es la educación. EDUCERE, 11 (39):595-604.
Marúm-Espinosa, E. y Reynoso-Cantú E. (2014). La importancia de la educación no formal para el desarrollo humano sustentable en México. RIES, 5 (12): 137-155.
Valenzuela-Trigueros, M. (s/f). La importancia de la educación en la actualidad: Guía de las bases metodológicas e innovadoras para una mejora de la educación. Recuperado de: Fuente [consulta: mayo 2018].