Nosotros, somos Casa Batlló y le damos las gracias a Antoni Gaudí, que nos revivió dándonos vida después de la muerte; sin apartarnos de la naturaleza en la que pertenecimos en algún momento y nos a regalado un cuerpo, después de ser víctimas del dragón, nunca pensamos volver desde las entrañas de la tierra; donde reposábamos inanimados y con este cuerpo nos sentimos felices y fuertes porque Gaudí con su arte nos integró, para que fuésemos fuertes e invencibles.
San Jorge, está con nosotros y es quien dirige nuestro ejército. Gaudi, nos dio vida después de la muerte, también le dio vida al dragón pero esta vez; no le tememos porque, está bajo las órdenes de San Jorge, a quien le asignó como castigo, la tarea de servir para avistar los rayos y tormentas desde el rascacielos.
Fueron muchos los años; que permanecimos en las tinieblas y en el olvido, pero ahora ha llegado la luz a nuestros ojos y desde los balcones; mirar la luna, las estrellas y las palomas volar, y podemos decirle al mundo, lo que somos; porque podemos hablar y escuchar, son muchas las personas que nos saludan al pasar y nos admiran por lo hermoso de nuestro ropaje.
En nuestro interior reina la paz, muchas personas nos visitan; suben y suben acariciándonos el alma mientras los Ángeles entonan cantos celestiales.
Y varios rayos de luces entran por los cristales de las ventanas para hacer brillar los tesoros que le guardamos a la madre patria, somos parte del patrimonio cultural. Gaudí se fue, pero algún día vendrá porque él mismo en este cuerpo ha reservado un lugar para él.
A pesar que somos felices; nos cuesta mucho pensar, que algún día por un desastre natural Gaudí no nos pueda encontrar, aunque no creemos que eso nos pueda afectar, porque él diseño, este cuerpo para no morir jamás.
Los que luchan en la vida no pueden morir jamás, siempre quedaran sus huellas para hacerlos inmortales, Antoni Gaudí, fue un gran arquitecto inspirado en los estilos modernista y naturalistas en los finales del siglo XX, le gustaba poner en prácticas las formas orgánicas de la naturaleza y los ambientes que proporcionaran paz espiritual, Gaudí, restauró muchas obras en ruinas, entre ellas la Casa Batlló, a quien le dio un toque mágico para devolverle la vida.
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