Tal día como hoy me encontraba frente a frente con el que seria mi suegro, solecito que tanto me había insistido en que debía ir a conocerlo alegando de que se trataba de una montaña de ternura logro convencerme de ir de visita, ternura-ternura no era, pero si debo admitir que cuando se refería a una montaña no estaba exagerando, 2.15 metros de musculo, ira y lo que me parecían unas infinitas ganas de matar se presentaban frente a mi con una mirada fría y analítica casi como si estuviese planeando como hacer que mi desaparición pareciera un accidente.
Nunca supe si el realmente es así siempre o solo era una táctica para que yo me portase bien y correcto con solecito pero sea lo que sea funciono, ahora, si llego a tener una hija en el futuro no se si podre meterle miedo a sus noviecitos con esa misma facilidad jajaja.
¿que opinan?
¿creen que meterle miedo a los novios de la hija sea parte natural de ser el padre?