No existe la Navidad perfecta, solo aquella que construimos con nuestras tradiciones familiares y con esos amigos que se convierten en hermanos, ademas, al final, solo importan tres cosas: cuánto amaste, qué tan gentilmente viviste y qué tan bien dejaste ir las cosas que no están destinadas a ti, a pesar de todo nunca faltaran esas personas que permanecerán a tu lado en las buenas y en las malas, tan leales como un lobo a su manada.
Siempre hay que darle las gracias por compartir cada año ya que esta fecha está llena de amor y felicidad.