Algo maravilloso que quería compartir con ustedes y de lo cual quiero dar testimonio, que ha ocurrido en mi vida y la de mi familia. Cuando en el año 2016, teníamos ya un par de años padeciendo de escases de alimentos, largas colas para adquirirlos, frustración, rabia y llegando el momento de sentarnos a la mesa a comer mi esposa, mis dos hijas y yo, viendo que teníamos poca comida y racionarla para que nos alcanzara, convirtiéndose esto en una rutina diaria, creando desesperanza en nuestras vidas.

Al salir a las calles, escuchábamos a la gente, protestar, maldecir, renegar por situación económica y por la carencia de alimentos, cosa que sin darnos cuenta nos producía más angustia y nos quitaba el ánimo. Sin embargo siendo nosotros católicos y fieles creyentes de Jesucristo, un buen día mi esposa al sentarnos a la mesa y mirando lo poco que teníamos en los platos para comer dijo: “Deberíamos darle gracias a dios porque mucha gente tal vez ni siquiera tiene nada para comer y nosotros si tenemos” acto seguido recité aquella oración que nos enseñaron en la escuela militar y era obligatoria a la hora de la comida, la oración antes de comer y sin vacilación comencé: “Bendícenos señor y bendice estos alimentos a aquellos que lo han preparado así como aquellos que no tienen nada que comer, AMÉN.” Al finalizar la comida hice la oración después de la comida: “Te damos gracias señor por estos alimentos con que nos has sustentado, que ellos nos sirvan para fortalecer nuestro cuerpo y así poder servirte mejor, AMÉN” Sentimos una gran satisfacción y así lo hicimos cada día, y dejar que cada quién que quisiera hacerlo dijera aunque sea el ya nuestro sagrado “Demos gracias a Dios por estos alimentos “AMÉN.

Desde esa fecha hasta el día de hoy hemos notado que ya no hemos tenido escases de alimentos, ni hemos hecho más cola, los alimentos llegan con facilidad y abundancia a nuestras casas y nuestros platos son bien abundantes y siempre tenemos suficientes alimentos para todos, inclusive para compartir con los amigos que vienen a nuestra casa y si por algún motivo llega a faltar algún rubro siempre nos provee de otra opción para alimentarnos y que lleguen los alimentos a nuestra casa sin problemas. Gracias mi dios una vez más por esto.

Un buen día, le comenté a mi familia que así como agradecíamos por los alimentos también debíamos darle gracias a dios por todas las cosas que teníamos y nos había dado, por el hecho de vivir un nuevo día, de tener salud, de tener una bella familia, una bella casa, por una buena cama donde dormir, por los muebles que teníamos, por nuestra cosas que nos daban confort, por nuestro trabajo, por nuestros ingresos y la lista cada día se hacía más larga, motivos más que suficientes para dar infinitas gracias a dios, y eso señores se llama prosperidad y abundancia que solo el señor nos puede dar, trayendo paz y tranquilidad en nuestras vidas y créanlo nos sentimos más felices, mucho más prósperos y con abundancia en nuestras vidas.

Nos hemos propuesto que al salir a la calle no nos dejemos llevar por pensamientos y energías negativas de la gente que se la pasa quejándose por su situación, lo cual yo aseguro que si agradecieran a dios por todo lo que tienen, serían más prósperos, así como nos ha creado dios hombres y mujeres prósperos y poder trasmitirle a todo aquel que lo necesite, este poder tan grande.

En estos días previos a la navidad me encontré con un viejo amigo y compañero de la escuela militar, el cual me ofreció llevarme hasta mi casa, cuando comenzó a conversar me contó cosas difíciles por las cuales estaba pasando, tenía un pequeño negocio el cual fue saqueado durante las turbas que se generaron en el país a raíz de la violencia política generada en los primeros meses del año, se llevaron todo la mercancía e incluso el mobiliario y equipos de trabajo, es decir perdió todos sus años de esfuerzo , para colmo de males me dijo que su carro se le había dañado el motor y gasto una fortuna en su reparación, en fin estaba muy compungido por esos eventos.

ya estábamos casi llegando a la casa y le dije a partir de hoy agradece a dios por todas las cosas que tienen y te darás cuenta que son más las que tienes que las que te hacen falta, al llegar, le agradecí por haberme llevado hasta mi casa y me responde viendo en su rostro una sonrisa y me dice con alegría:

Espero te haya gustado este testimonio y espero no que me lo agradezcas a mi si no a dios, que te ha dado un día más de vida y te permite en este momento estar leyendo estas líneas, has un alto en tus actividades y empieza a ver lo que te rodea, así sea humilde, pero enumera todas las cosas que tienen y has logrado y verás que son muchísimas más de las que tu crees que te puedan faltar, compártelo.