Viktor Frankl sobrevivió a los campos de concentración Nazi durante la segunda guerra mundial. fue un neurólogo, psiquiatra y psicoterapeuta, creador de su propia corriente, la logoterapia Tras su liberación, escribió este libro, donde más allá de relatar los terribles sucesos, lo abordó desde los fenómenos psicológicos. En esta reseña te comparto los principios que Viktor Frankl utilizó para hacerle frente a sus circunstancias, y cómo puedes aplicarlos a tu vida. Te darás cuenta de que no todo fue a punta de fuerza de voluntad. Tiempo de lectura (aprox): 7 minutos. ~
LO QUE HIZO LA DIFERENCIA: LA VIDA INTERNA
“Las personas de mayor sensibilidad, acostumbradas a una rica vivencia intelectual, sufrieron muchísimo (su constitución era endeble o enfermiza), sin embargo, el daño infligido a su ser íntimo fue mucho menor, al ser capaces de abstraerse del terrible entorno y sumergirse en un mundo de riqueza interior y de libertad de espíritu… solo así se explica la aparente paradoja de que, a menudo, los menos fornidos parecían soportar mejor la vida en el campo, que los de constitución más robusta.”
Al final, lo que hace la diferencia son los recursos internos con los que contamos. En especial durante circunstancias extremas, crueles y terroríficas, como las vividas en los campos de concentración. Sin embargo, es común que la mayoría de las personas desprecien lo interno. ¿Pero por qué?Decía Séneca que los seres humanos somos realmente malos al momento de predecir o elegir lo que nos hace felices. Podemos adaptarlo y decir que también pecamos con la misma inexactitud al momento de decir qué hace verdaderamente fuerte a una persona.Lo interno marcó la distinción entre un tipo de prisionero y otro, sin embargo, cuando volteamos la mirada hacia nuestra realidad actual; la cantidad de recursos (tiempo, dinero, energía) utilizados para lo externo (mejorar el aspecto físico, por ejemplo) es desproporcionada si lo comparamos con los esfuerzos por mejorar la vida interior.Si nos gusta lo externo (a todos nos gusta), vamos a disfrutarlo, no hay nada malo en eso, pero cuidemos que tal disfrute no sea desproporcionado. Nunca sabemos cuándo nos golpeará la tragedia. Y créeme, esos momentos difíciles llegarán, empezando porque si todo sale bien, tus padres morirán primero que tú. La riqueza interior no impedirá que sufras, pero sí evitará que termines dañado, tal como relata Viktor.
LA MEDICINA: LA NATURALEZA
A medida que la vida interior del prisionero se hacía más honda, apreciábamos la belleza del arte y de la naturaleza, quizá por primera vez o con una emoción desconocida… conseguíamos incluso olvidarnos de las terribles circunstancias de nuestro entorno… nos embrujaba la belleza de la naturaleza.
Funciona como un ciclo. Las prácticas contemplativas ayudan a mejorar nuestra vida interna, a su vez. nos volvemos capaces de apreciar la belleza de la vida, el arte y la majestuosidad de la naturaleza. Este tipo de distanciamientos contemplativos son terapéuticos. Hipócrates, conocido como padre de la medicina solía recomendar a sus pacientes dar paseos regulares por la naturaleza. Él notaba que luego de unas cuantas caminatas por los senderos naturales; las personas se sentían mejor. Hasta el mismo Sigmund Freud menciona en su obra El malestar en la cultura (1930) que la naturaleza y su belleza, si bien no quitan completamente el dolor, sí ayudan a aliviarlo.En este punto, la decisión de Viktor Frankl es brillante. Durante su estancia en el campo, aprovechaba los ratos que podía para contemplar la naturaleza.
“Cuando no eran reclamados mis servicios, aprovechaba para sentarme en cunclillas sobre el pozo y contemplar el florecer de las verdes laderas y las lejanas colinas azuladas del paisaje bávaro”
LA TÉCNICA: EL CAMBIO DE PENSAMIENTOS
Noté que empezaba a deprimirme el hecho de sentirme afectado día y noche, casi exclusivamente por esos asuntos tan triviales. Me obligué a pensar en otras cosas. De repente me imaginé a mí mismo de pie en el estrado de un salón de conferencias bien iluminado, agradable y cálido. Frente a mí un atento auditorio, sentado en cómodas butacas tapizadas. ¡Dictaba una conferencia sobre la psicología de los campos de concentración!
¡Otra decisión clave de Viktor Frankl! Cuando se sentía afectado por la vida en el campo (lo que él denomina asuntos triviales), se obligaba a cambiar sus pensamientos, los sustituía por su pasión.Esto que hacía Viktor es uno de los principios de la psicoterapia, sustituir los pensamientos destructivos. Cuando lo logramos, nuestro interior se fortalece, el ánimo mejora y ya no somos víctimas de trivialidades. En el caso de él, la sustitución no consistía simplemente en cambiar un pensamiento negativo por uno positivo o afirmaciones vacías del estilo “wiii, soy feliz“. No. La forma de hacer tal sustitución era mucho más poderosa, pues cambiaba los pensamientos dañinos por la fantasía del cumplimiento de su propósito de vida.Pero no nos equivoquemos, Viktor Frankl era más que un soñador que admiraba los paisajes germánicos, él tomaba acción.
En principio lo conseguí imaginando conferencias imaginarias, hasta que decidí reconstruir el manuscrito perdido en la cámara de desinfección de Auschwitz y, en taquigrafía, garabateé palabras clave en pequeños trozos de papel.Sin ninguna duda, mis intensos deseos de reconstruir ese libro, me ayudaron a superar los inhumanos rigores de la vida en el campo… Estoy convencido de que esos esfuerzos, al límite de mi resistencia, me ayudaron a superar el riesgo de un colapso cardiovascular.
Los Marines tienen un código que denominan la ley del 40%. Cuando sienten que han llegado al límite de su resistencia, saben que es mentira, en realidad han llegado al 40% del potencial físico, aún queda un 60% restante.
EL ENTRENAMIENTO: EL HUMOR
El humor es otra de las armas del alma en su lucha por la supervivencia, es sabido que en la existencia humana, el humor proporciona el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque sea por un breve tiempo. Yo mismo entrené a un colega, compañero de trabajo, para que desarrollara su sentido de humor. Le sugerí inventar cada día una historia divertida…
Las dos caras del humor
Viktor considera el humor como un arma. Un arma especialmente poderosa cuando se trata de la supervivencia. Tal fue la importancia que le dio, que se dedicó a enseñar estrategias a otros prisioneros para que pudieran desarrollar el sentido de humor. Les enseñaba a utilizar un arma realmente útil.Pero no se trata de un simple “reír para no llorar“, No. En esos casos el humor es más bien contraproducente. Por ejemplo, si sentimos el profundo deseo de llorar y en lugar de romper en llanto nos obligamos a reír como maníacos, estamos comportándonos de forma incongruente, en el fondo, lo que estamos provocando es tensión psíquica y emocional, la cual tarde o temprano saldrá a relucir en forma de enfermedades o deterioro.Viktor Frankl, utilizó el humor como estrategia de distanciamiento para sobrevivir, no como mecanismo de sustitución emocional. Una estrategia que cualquiera de nosotros puede aprender. Recordemos que es un arma, un arma que le salvó la vida.
Los afanes por fomentar el sentido de humor y contemplar la realidad bajo una luz humorística constituyen una especie de truco que aprendimos mientras dominábamos el arte de vivir, pues aun en un campo de concentración es posible practicar el arte de vivir, aunque el sufrimiento sea omnipresente.
LAS DECISIONES: SIEMPRE PODEMOS DECIDIR
En la vida nos encontraremos dos tipos de situaciones: las que están en nuestro control, y las que están fuera de nuestro control. En medio de ese escenario nos encontramos nosotros, junto con la capacidad de elegir.
Las experiencias de la vida en un campo demuestran que el hombre mantiene su capacidad de elección. Algunos ejemplos son heróicos, también se comprueba cómo algunos eran capaces de superar la apatía y la irritabilidad. El hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en aquellos crueles estados de tensión psíquica y de indigencia física.
¿Cómo es posible superar estados psicológicos tan poderosos (en el sentido dañino) como la apatía y la irritabilidad en un ambiente de deterioro, por demás amenazante y hostil?La respuesta está en las decisiones que tomemos. Y aunque para algunos parezca chocante, para otros es la luz que necesitan; el comprender que hasta en las situaciones más extremas, conservamos la suficiente independencia mental para decidir.
“¿Quién es en realidad el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es.”
¿Pero decidir qué?
Aunque no lo menciona directamente, las decisiones clave de Viktor Frankl durante su estancia en los campos de concentración fueron sobre las cosas que sí podía controlar: decidió no suicidarse, practicar la contemplación, brindar su ayuda a los demás, y la más importante decisión de todas, poner en práctica sus teorías, más allá del papel.
Algunos hombres visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. No eran muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino.
Mientras unos hombres optaron por echarse a morir en sus excretas, otros se dedicaron a consolar a los demás prisioneros y ofrecerles lo poco que tenían. El servicio eleva el espíritu. Ese es el tipo de actitud personal que podemos decidir en todo momento, incluso en las circunstancias más extremas, crueles y desgarradoras.Pero tampoco se trata de minimizar o desestimar las circunstancias externas, en ningún momento Viktor propone ignorar la realidad y asumir la posición disociada de “nada me molesta, todo está bien“, “lo mejor es lo que pasa“. No. De nuevo, el énfasis radica en lo que decidimos.
PARA CONCLUIR
Te comparto esta última frase, mi intención con esta reseña ha sido la de servirte, además, con mucho respeto y honra te invito a hacer uso de estas estrategias, estoy seguro de que si fueron útiles a los prisioneros de los campos de concentración, serán útiles para ti, en lo que sea que estés viviendo en estos momentos.
Aun en esas situaciones (al hombre) se le permite conservar su valor, su dignidad, su generosidad. En cambio si se zambulle en la amarga lucha por la supervivencia, es capaz de olvidar su humana dignidad y se comporta poco más allá como lo haría un animal, igual que nos recuerda la psicología de los internados en un campo de concentración.
Mantente vivo, permanece fuerte. @psicologo Landys Jair
Este artículo fue resteemed porque usted es parte del PROYECTO ENGRANATE @engranaje.
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