!Clang! Me despierta un ruido metálico, abro los ojos y miro al techo, todo está oscuro y no logro distinguir las formas u objetos a mi alrededor, me siento desorientado y no se donde me encuentro, hasta que logro recordar que estoy en mi habitación en la nueva residencia estudiantil. Miro el reloj de números digitales rojos que se encuentra sobre la pequeña mesa de noche al lado de mi cama, para ver los números titilar a las dos y veinte de la mañana porque nuevamente ha perdido la hora. En la mañana la luz solar que entra por una pequeña ventana ubicada entre la puerta de la habitación y la puerta del baño, y que da a un pasillo interno de la casa, me despierta para comenzar un nuevo día.
Día uno
Apenas ayer me instalé en la habitación, no conozco como funciona lo del agua caliente, así que miro por todo el baño tratando de ubicar la llave de paso de la tubería como me indicó la dueña de la residencia, pero no logro encontrar nada, el baño es batante sencillo conformado por una poceta al frente de un lavamanos, al lado hay una ducha que sale de la pared y no mide más de sesenta centímetros por cada lado. Decidí bañarme con agua fría porque definitivamente allí no habían más tuberías. Luego de tomar la ducha, desempaco la maleta y comienzo a organizar todas mis pertenencias en el pequeño closet ubicado en la pared posterior de la cama, separando por secciones los productos de higiene personal, la ropa interior, los pantalones y las camisas, y saco mi reloj de pared que decido colocar de una vez en un pequeño clavo que se encuentra convenientemente ubicado en la pared blanca justo al frente de la cama. Por precaución decido colocar nuevamente el reloj digital a la hora correcta, repitiendo el mismo procedimiento que hice el día anterior cuando entré en la habitación, para que la hora coincida con la del reloj que se encuentra en la pared.
Salgo de la residencia y me dirijo hacia la parada, que se encuentra a unos diez minutos de caminata empinada, donde tomaré el autobús que me llevará al campus universitario. Durante el recorrido hasta la parada comienzo a escuchar el tañido de campanas, y de inmediato lo asocié al "clang" metálico que me despertó durante la noche. Caigo en cuenta que esta es una ciudad llena de tradiciones que tiene iglesias por doquier, y entre la residencia y la parada del autobús llegué a contar más de seis iglesias cada una con su propio campanario, y como era época de Semana Santa, todas tenían actividades y llamaban a sus feligreses con campanadas que hacían eco en las montañas que bordean a la pequeña ciudad.
Regresé a la residencia tarde en la noche y llegué realmente cansado, sólo deseaba un buen baño de agua caliente y acostarme inmediatamente a dormir, pero recordé el problema de la llave de la tubería, así que desistí del baño y me lancé sobre la cama, donde me quedé profundamente dormido.
Día dos
¡clang! me despierta el ruido metálico, no le presto atención y trato de seguir durmiendo. ¡clang! me sobresalto nuevamente, y abro los ojos, y quedo mirando el techo en medio de la oscuridad por un rato largo, y de pronto nuevamente ¡clang! el ruido metálico. Trato de ubicar la fuente del sonido, me parece escuchar que viene del closet, y definitivamente no es el sonido de campanas. ¡clang! No; ahora parece que viene del baño, es como si algo estuviese golpeando una tubería de metal, pero en el baño no hay tuberías, así que decido levantarme e ir a verificar qué suena en el baño, cuando de repente escucho otro !clang¡ que viene justo detrás de la puerta de la habitación, me dirijo hacia la puerta y la abro rápidamente y siento en ese momento un gran dolor en la nariz, un olor a sangre y una sensación de no poder respirar, como si me estuviera ahogando, hago enormes esfuerzos por respirar y de pronto ¡Clang! Unos cuantos segundos de oscuridad total y me despierto nuevamente. ¡Dios fue una pesadilla! Me incorporo sobre el borde de la cama, miro hacia el reloj digital para saber la hora, y el reloj está nuevamente titilando justo a las dos y veinte, miro al reloj que está en la pared donde casi no logro ni ver las manecillas, así que me levanto enciendo la luz y, constato que la hora en el reloj de la pared es la dos y veintidós minutos. Miro a mi alrededor y no veo ni escucho absolutamente nada por un rato largo, así que decido irme a dormir nuevamente.
¡Me quedé dormido! me levantó con rapidez y me meto en la ducha, me baño lo más rápido que puedo con el agua fría, me cepillo los dientes y me visto al mismo tiempo. Hoy tenía que hacer todos los preparativos para tomar fotografías a la Luna, que como saben siempre es luna llena en Semana Santa, y eso me iba a tomar toda la jornada de trabajo. Al final logré terminar antes del anochecer, por lo que pude regresar temprano a la residencia.
Justo cuando entraba a la residencia me topé con la dueña y le pregunté por el agua caliente y si sabía algo del ruido metálico que se escuchaba en las noches, ella me explicó que la llave de agua caliente se encuentra en la terraza de la casa, la cual está en el tercer piso, pero que la puerta para acceder a ella tenía la cerradura rota desde la semana pasada y que no se podía abrir, que pronto vendría un cerrajero a resolver el asunto. Del ruido metálico no comentó nada, simplemente se despidió y subió a su casa, ya que vivía en el segundo piso de la residencia. Nada, no queda de otra, a bañarse nuevamente con agua fría y a descansar porque al día siguiente tenía muchas actividades planificadas que requerían de mi total concentración. Para asegurarme de no quedarme dormido otra vez, vuelvo a poner la hora correcta al reloj digital.
Día tres
¡Clang! Me despierto despavorido por el ruido metálico, trato de ubicar de dónde proviene el ruido sin conseguirlo, ¡clang! se repite el sonido, ahora sí estoy asustado, miro alrededor y no logro ver mayor cosa, sólo reflejos que produce la luz de la luna que entra por la pequeña ventana. ¡Clang¡ se repite el sonido, es claro y nítido, y ahora estoy seguro que viene de afuera, así que me incorporo de la cama y decido salir, esta vez abro lentamente la puerta y me asusto al escuchar más fuerte el ¡clang!. Viene del pasillo, me asomo y no veo nada, unos segundos más tarde escucho un nuevo ¡clang!, pero este se escuchó mucho más alejado al final del pasillo, así que decido ir hasta allí. Cuando llego al final del pasillo me encuentro con una puerta blanca en una escalera, ¡clang!, sí, definitivamente el ruido proviene de detrás de la puerta, decido girar la perilla y abrir la puerta, no estaba trancada, la puerta conduce a una escalera que lleva por el costado a la terraza en el tercer piso, comienzo a subir la escalera y los pies me tiemblan al escuchar un ¡clang! mucho más fuerte y cercano. Pero, a pesar del miedo sigo subiendo la escalera, al final de ésta me encuentro con otra puerta negra, que asumí era la que conducía a la terraza, y que debía estar cerrada como me señaló la dueña; gire la perilla sin muchas ganas y la puerta se abrió, eso me asusto un poco más y ahora tenía el corazón latiendo muy rápidamente, termino de abrir lentamente la puerta y la luz de la luna me encandila, mis ojos se adaptan y trato de ver que hay en la terraza, y ¡clang! vuelvo a escuchar el sonido fuerte, nítido y muy cercano a mí, giro sobre mí mismo para tratar de ver de dónde viene el sonido, y de pronto algo me golpea justo cuando escucho un ¡clang! muy fuerte, varios segundos de oscuridad total con el corazón acelerado, y de pronto me despierto. !Otra pesadilla! Estoy en mi cama nuevamente, giro mi cabeza hacia el reloj digital y tiene las dos y veinte titilando, miro al reloj de la pared y marca las dos y veintitrés. Paso el resto de la noche sin dormir, tratando de interpretar de qué van estas pesadillas sin conseguir absolutamente nada. El cansancio me vence y me quedo dormido.
Me despierto a media mañana apesadumbrado, las pesadillas no me están dejando descansar. Me visto, tomo el reloj digital y salgo a la calle para ir hasta la parada del autobús, en el camino dejaré el reloj para que lo reparen y poder usarlo como despertador ya que bajo las condiciones actuales en las que estaba durmiendo, no iba a poder levantarme temprano sin él.
Llego muy temprano en la tarde a la residencia, pude haber llegado antes pero debí esperar a que terminaran de reparar el reloj digital, que según el técnico quedó en excelentes condiciones. Estoy tan cansado que me acuesto a dormir muy temprano sin siquiera cenar.
Día cuatro
¡Clang! Simplemente abro los ojos, espero unos segundos y vuelvo escuchar el ¡clang! Ya se lo que tengo que hacer, salgo de la habitación y me dirijo directamente a la escalera que conduce a la terraza, la subo y abro la puerta negra que sigue sin estar asegurada, salgo a la terraza y comienzo a buscar de donde proviene el sonido, pero ahora los ¡clang! se me confunden y suenan insidiosamente por todos lados, levanto la mirada y miro hacia la luna llena, que está siendo casi eclipsada por un campanario de una iglesia cercana que ni siquiera sabía que estaba allí, me quedo mirando fijamente y de pronto, logro entrever una figura extraña que esta posada sobre una tubería gruesa, no es muy grande, es de un color marrón claro y parece estar cubierta completamente de pelos, se me parecía a un mono, de pronto escucho el ¡clang! nítido, preciso y sé ya de donde viene, esta cosa tiene una cola muy larga, persigo la cola que empieza muy gruesa en su base y se va haciendo cada vez más delgada terminando en una punta con forma de flecha. Esta cosa mueve la cola de un lado a otro mientras mira la luna pasar por detrás del campanario de la iglesia, y en cada ciclo de oscilación golpea un tubo metálico que está a un lado de él, produciendo ese siniestro ¡clang! que he escuchado todas estas noches. Estoy paralizado, mirando a esta extraña criatura mirar la luna, de pronto levanta su cabeza y noto para mi terror, una especie de cornamenta, el terror me invade, siento frío y trato de dar pasos hacia atrás, pero no logro moverme, luego de varios intentos logro retroceder, pero mi mano tumba un maceta que se encuentra en el pasamanos donde estoy agarrado, el ruido de la maceta al caer ¡chof! hace que esa cosa se voltee y me mire directamente, ya no puedo sentir mayor terror, los ojos de un rojo fulgurante transmiten desasosiego, escucho un último ¡clang! justo antes de verlo saltar, cierro los ojos, y, luego de varios segundos de total oscuridad, me despierto en mi cama, empapado en sudor y temblando del miedo, aún tengo fuerzas para girar mi cabeza y ver el reloj digital titilando a las dos y veinte de la mañana, miro al reloj de la pared y marca las dos y veinticuatro minutos. Sin pensar ni reflexionar, simplemente yazco en la cama hasta que el Sol sale.
En la mañana decido ir al final del pasillo donde se supone está la escalera que subo en mis pesadillas, el corazón me late rápidamente cuando hago girar la perilla y la puerta se abre, la escalera está iluminada por el Sol, comienzo a subirla y llego al final para aterrarme ante una puerta negra, que sé que estaba allí pero que nunca antes había visto. Giro la perilla y abro la puerta, dirijo mi mirada directamente al lugar donde había visto las grotesca criatura en mi pesadilla, definitivamente todo era exacto e igual a lo que había visto en mi pesadilla incluso, el campanario orientado al este por donde sale la luna llena.
Me acerco al tubo grueso donde había visto posado a la criatura, y debajo estaba un tubo metálico con una llave de agua caliente, que supongo que correspondía al baño de mi habitación, que estaba deformada como si la hubiesen estado golpeando con un martillo.
Me asusta el tañer repentino de las campanas de todas las iglesias en los alrededores que antes no había llegado a escuchar, y en ese momento supe que a las dos y veinticinco de la madrugada de esta noche me iba a enfrentar indeflectiblemente a esta criatura.
Baje a mi habitación, recogí todas mis pertenencias y subí a la residencia de la dueña para informar que no iba a regresar nunca más a esa habitación. La señora me miró fijamente, sonrió y me dijo: yo aquí no alquilo habitaciones señor...
Nunca he vuelto al sitio, nunca más tuve esas pesadillas, pero, si escucho un ¡clang! metálico en medio de la noche me aterro y busco mi reloj para ver la hora....
Me encantó tu historia, @rach, te transporta al lugar y al momento!
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Gracias. Eres todo un amor!.
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Excelente historia, de lo mejor para terminar el día
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Muchas gracias por tu comentario @efrageek.
Tenemos pendiente el trabajo con #proyectovenezuela. Espero que podamos avanzar rápidamente con ese bello proyecto. Saludos cordiales.
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Por supuesto hermano, lento o rápido, es algo que no podemos dejar de hacer.
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Apasionante tu historia @rach. Te doy mi voto y te seguiré
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Muchas gracias @steemito. Te sigo...
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