Mendigo bajo cero | Cantos migrantes

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Silencio ante la gente;
lección su apariencia,
hueso, lo que era carne.
"es el pago de la ignorancia"

así dice un marino, al
turista que pregunta por él.
Ingeniero en desgracia,
tuvo grado en sus parajes,

también miedo; huyó lejos.
Sólo tuvo madre, ella
lo bendijo antes de partir.

Sepulta el orgullo, cada giro
de historia; artista por pan,
camina hasta morir otro día.
Heredero de cartones

en una banca; fría compañía
de barbas sietemesinas.
Sin destreza de velero,
sueña regresar navegando.

Ancla su cuerpo al muelle,
mira el blanco puente
en salobre inmensidad;
camina entre botes y

quietas balizas de invierno.
Pronto nevarán sus sueños,
volverá etéreo al hogar.

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