En esta mesa se juntaron dos titanes un café traído de Etiopía África y otro de Bocono Venezuela, cada uno con su aroma y cuerpo me gritaba que decidiera cual me había gustado más…para mí fue un empate porque sencillamente los dos me activaron recuerdos que me llevaron a mi infancia en una cocina en los Andes a golpe 4 de la tarde con la neblina entrando por la puerta del patio.
Pero les digo un secreto no cambio mi café de Boconó por el de Etiopía….
Fotos de mi autoria tomadas com mi telf Plum