Era el Verano de 1997 y como de costumbre la familia Guzman aprovecharia esas vacaciones; libres de escuela y del trabajo de papa.
Serian diferente, Papa logró alquilar una cabaña, a las afueras de la cuidad, a orillas de playa. Pasarian alli dos semanas y sin duda serian unas vacaciones inolvidables.
Luego del largo viaje, Sofia, la niña de la casa, salto del auto emocionada por ver aquella playa, se detuve a unos cuantos metros de la oriilla y permanecio alli el resto de la tarde.
La noche llego, dieron buenas noches a Sofia, como de descumbre, y pocos minutos despues se durmio.
La brisa soplaba fuerte mientras todos dormian, haciendo la caballa lo suficientemente fresca. Sin embargo, algo pasaba con Sofia, no dejaba de sudar. No se movia, no se quejaba solo sudaba exageradamente.
Derrepente desperto y rompio en llanto al ver sus manos colgando de la ventana mientras ella seguia en la cama.. Sus brazos terminaban en la muñecas, no sangraban solo no tenia sus manos.
Mama y papa llegaron corriendo a la habitacion preguntando que pasaba, calmaron a su hija e intentaron convencerla de que solo habia sido un sueño. Lo lograron, la niña se calmo, pero no sacaron de su cabeza la imagen que esa noche perturbo su estadia... ¿Que habia sido eso? ¿porque habia sudado tanto mientras dormia, si habia tanta brisa? ¿porque esa noche para sus ojos sus manos no le pertenecian?
Fueron algunas de las preguntas que dos dias despues, de manera tan terrible, tendrian respuesta...