UN REGALO DE NAVIDAD A TODOS LOS NIÑOS DEL MUNDO.

in spanish •  5 years ago  (edited)

Había una vez, un señor vestido de millones estaba sentado muy triste en el jardín de su casa y acompañado solamente por su amiga Soledad; solamente que esta no hablaba.

Simplemente Don Horacio; no entendía; si lo tenía todo incluso millonario en amigos; pero esa fría tarde; DIA DE NAVIDAD ninguno de ellos se había dignado ni siquiera compartir con él una rica taza de café en sus tazas de oro.

En verdad era un buen hombre, muy caritativo, con un enorme corazón que no le cabía en el pecho; todos los vecinos lo querían; su riqueza no solo era de él sino que la compartía con los demás pero esa tarde tan especial Don Horacio; en su silla de ruedas deseaba compartir un café y unas ricas galletas de navidad que él mismo hacía en su gran horno con alguien que no sea con Soledad.

Todos se habían ido a celebrar al pueblo la puesta del tradicional Nacimiento en la Plaza o ser parte del encendido maravilloso del gigantesco árbol de Navidad donde entre cánticos y villancicos los niños y sus padres, amigos y vecinos celebraban la llegada del Niño Jesús para luego todos juntos degustar una gran y familiar Cena de Navidad en la Mesa mas larga del Mundo.

Quizás por todo esto se habían olvidado de un viejo millonario dulce y bondadoso que no podía valerse por si mismo y que su mayor anhelo era también compartir el mágico encanto de la Navidad acompañado de amigos, vecinos y sobre todo sus amadísimos niños.

Gruesas lágrimas mojaban su frondosa barba blanca y bien cuidada: y veía con tristeza y muy de lejos los alegres juegos artificiales que iluminaban todo el cielo.

Caía la fresca tarde de ese día tan especial de una blanca Navidad y un río de lágrimas se formaba con el llanto de aquel rico y bondadoso anciano.

Es que los niños del lugar que siempre le hacían compañía y recibían del amoroso anciano hermosos presentes y sus ricas galletas no estaban; todos se habían ido al Pueblo a celebrar.

Don Horacio pensaba de que le servía aquel enorme árbol de Navidad adornado con regalos esperando a sus niños, hasta el mismo árbol bello, muy bello SI pero también lo invadía una gran tristeza al igual que su dueño ya que extrañaba a sus pies la alegría contagiante de los niños al abrir sus regalos que todos los años aquel viejo bondadoso les ofrecía. Cuando ya en su triste rostro no cabía otra lágrima, Don Horacio se dispone a dormir a pesar de que la noche no había cumplido ni su mayoría de edad, él siente que tocan a su puerta:

Don Horacio, que parecía un alma en pena abrió la puerta se encontró con la niña mas adorable e infitamente bella vestida de blanco pero extrañamente descalza.

  • Dios Santo niña que hace aquí con tanto frío y en plena oscuridad.

  • Hola Señor soy nueva en la comarca; mis padres están de viaje y estoy sola; será que me deja hacerle compañía.

  • Como no dulce niña, pasa y déjame abrigarte, colocarte calzado y obsequiarte algo bien caliente con ricas galletas.

-No mi dulce Señor; créame en verdad no necesito nada y hoy el que tiene que recibir alegría es Usted por su buen corazón y prepárese que nos vamos de paseo.

  • Pero niña te agradezco mucho pero hoy le dí el día libre a mi chofer.

  • Mejor Don Horacio , quiero que disfrute el paseo en su silla y así deleitarnos con todas las cosas hermosas que trae la Navidad, quiero que disfrute este maravilloso paisaje y que aproveche de ver las luces y adornos navideños de todas las casas engalanadas y mas bellas que nunca este día.

-Pero Niña mírame, además de enfermo de mis piernas soy muy gordo ¿ Como vas a poder conmigo y además la silla también es muy pesada ?

-Tranquilo Don Horacio; a ver, apóyese en mi que voy a sentarlo.

En efecto Don Horacio no lo notó pero la niña literalmente levantó al anciano practicamente sin ningún esfuerzo y lo sentó en la silla.

  • Bueno Niña y ahora que hacemos, falta recorrer todo el sendero hasta la plaza del pueblo y es imposible que tus brazitos suaves y muy frágiles puedan conmigo.

-Don Horacio, agárrese bien que allá vamos.

En efecto, Don Horacio no podía creer como aquella increíble niña pudiese rodar aquella pesada silla pero lo que no pudo ver el anciano fue un unas hermosas y plateadas alas blancas que aceleraban aquella máquina.

Don Horacio si llego a sentir pero sin creerlo que volaba pero simplemente creía que se estaba volviendo loco pero de Felicidad.

A pesar de la gran oscuridad de aquella mágica noche hasta la glamorosa y brillante luna llena se hizo cómplice de tanta alegría alumbrándo el camino por donde pasaba aquel mágico carruaje.

Por el camino niña y anciano reían de felicidad viendo increíbles maravillas pero como era posible esto si era de noche. Era como ver el Paraíso y quizás este era el mejor presente para aquel dulce y bondadodso anciano, que aquella maravillosa niña pareciera que le estaba regalando la vista del propio Paraíso.

Simplemente; Don Horacio se sentía ahora el ser mas dichoso del planeta al lado de aquella niña que además del paraíso le estaba enseñando que si existía la felicidad a pesar de su condición.

Cuando llegan o deberíamos decir aterrizan en la plaza, Don Horacio sigue disfrutando de su navidad mágica y esta vez disfrutando con todo el pueblo siendo el punto culminante la Gran y Familiar Cena de Navidad donde todos en alegría y armonía esperaban la llegada del Niño Jesús.

El gran cielo vestido y engalanado con sus mejores estrellas era testigo fiel de tal acontecimiento.

Cuando termina todo, el noble anciano busca a la niña pero no la encuentra pensando que de seguro estaba jugando con los demás niños.

Sus amables vecinos estaban contentos con su compañía y Don Horacio hasta se echó unos guarapitos con ellos, todos todavía no entendían como pudo él llegar a la plaza porque no creían la explicación de la niña la cual por cierto seguía sin aparecer.

Al terminar la unida Cena , uno de los vecinos se ofrece a llevar a Don Horacio a su mansión pero el estaba preocupado por la niña y decía que no se podía ir sin ella pero todos le decían que él había llegado solo y era un misterio ¿Como?.

Al llegar a su Palacio, Don Horacio le dió gracias a Dios por haberle regalado la mejor navidad de su vida, le agradecía haber conocido a aquel ángel de niña que lo hizo soñar de nuevo y sentir que la FELICIDAD EXISTE pero de pronto una gran tristeza lo invadio pregúntandose de nuevo que había sido de aquella niña pués estaba consiente de que toda la magia vivida había sido real y que no era un sueño.

Algo lo obliga a ver el pie del arbol y ve con asombro una cajita de regalo y cuando la abre otra vez la FELICIDAD Y LA MAGIA DE LA NAVIDAD invade de nuevo todo su ser al ver la foto de la angelical niña mas bella y radiante que nunca y unas letras doradas que le decía
DON HORACIO, MAS NUNCA LO QUIERO VER TRISTE. PASE USTED UNA FELIZ NAVIDAD Y ESPÉREME EN LA PRÓXIMA DONDE NUEVAMENTE JUNTAREMOS NUESTROS CORAZONES Y SU ALMA Y LA MÍA SERÁN UNA SOLA PARA CELEBRAR DE NUEVO ACOMPAÑADOS SIEMPRE POR NUESTRA MEJOR AMIGA: LA FELICIDAD.

Don Horacio, llorando de emoción no se cansaba de mirar aquella mágica foto de su nueva y maravillosa amiga y sentía en su interior que mas nunca estaría solo en Navidad.

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!
Sort Order:  



¿Cómo puedo hacer para dejar la droga con ayuda de Dios?, Comenta lo que entiendes de nuestro tema.
Mira nuestra Discord 😍🤗❤