Mucha gente supone que Chile es un país muy desollado en todo sentido. Pero esto no es realmente así por muchos motivos. De hecho en lo personal hay muchas cosa que me molestan del modo de vida de este país; y uno de los principales, en lo cotidiano, es el de los perros callejeros.
Antiguamente, hará unos 50 o 60 años, existían cuadrillas municipales que dedicaban a recoger a los perros vagos. Hoy en día, en cambio, no hay nadie que se haga cargo del tema, y cada vez en mayor medida nos encontramos con espacios públicos atestados de estos animales. Junto con esto, la moda animalista se opone tenazmente al regreso de las perreras, permitiendo de este modo que la situación se complique cada vez más. Una mala cara a la ciudad, suciedad, foco de enfermedades y la propia seguridad de las personas puesta en riesgo son las consecuencias de este tipo de políticas.
En este video me refiero más extensamente al tema.