No tiene nombre,
pero es un huracán en el estómago,
en los pensamientos y corazón.
Convertido en necesidad
te vuelves irreal,
te llenas de perfección.
Legendariamente el mito se cumplió,
el ser prodigioso se manifestó
y envolvió.
De forma maravillosa a un corazón
que desolado buscaba compañía.
Intuitivamente eligen el mismo desenlace,
ausentarse ante la tormenta que esconde cada sonrisa,
pero el destino es quién escoge.
Fortuitamente se encontrarán,
pero ya condenados por el silencio de su pasado,
cualquier intento de unirse será en vano.