Para ser ya viejo con 85 baños, mi nombre es Peter Jhosom, no es tarde para contarle, como mi vida cambio, cuando me aliste en el ejército, en Enero del 1944, debía asumir, mi compromiso, con mi país, viendo todas las atrocidades que cometía los nazis, en tan solo tres meses, en el pelotón donde estaba, nos tocó ir a la operación muy grande de la historia. La batalla de Normandía, llamada en clave Operación Overlord.

Un asalto aerotransportado, llevado a cabo por mil doscientas aeronaves, precedió al desembarco anfibio, que involucró a cinco mil barcos. El 6 de junio, ciento sesenta mil soldados cruzaron el canal de la Mancha de Inglaterra a Francia y hacia finales de Agosto, las tropas aliadas en suelo francés eran más de tres millones.

Mi rango era sargento, tenía a mi disposición a tres hombres más, al cabo Michel, y los soldados Nelson, Charles, a tan solo treinta kilómetros de la costa por desembarcar, el miedo me invadió, me orines los pantalones, con solo escuchar la explosiones, y las metralletas, lo que si recuerdo clara mente, que las fuerzas de Hitler ; sabían que las tropas aliadas atacarían, pero no sabían con precisión cuándo, ni dónde, al llegar a la costa solo implore a dios por mi alma, cuando la embarcación, abrió la compuerta para desembarcar, teníamos al frente un bunker, que nos atacó, tuvimos que saltar hacías los lados.

Nade hasta la playa, vi un gran lago de sangre, mucho de mis colegas muertos, vi como un soldado una bala, le desmembró, el brazo, pareciera el juicio final de dios, la propia Apocalipsis, comprendo que el guerra nadie gana, solo cobra vidas, llegue hasta donde apenas, podía cubrir mi cuerpo, esperando a mis hombre, si realmente sobrevivieron, temo solo por el cabo, es muy tímido, siempre le hacíamos burlas, por no ser tan listo, la embarcaciones con la artillería no han llegado, todo esto es una masacre, logre ver a mis muchachos y le hice seña para que estuvieran a salvo, cuando logramos reunirnos, improvise con lo que teníamos, ya que teníamos al frente una ametralladora de alto calibre, la cual nos dejaba avanzar gran parte de la tropa.

Cuando me asomé para ver la situación, fui impactado en mi hombro caí, pero me agarro el soldado Nelson, cada vez se hacía más difícil de seguir adelante, lo que me impresiono fue la valentía del cabo Michel, como asumió la postura de ir hacia adelante con el ataque de frente. Yo solo lo veía y le gritaba a los demás, como ven ese si lo tiene bien puesto, como pudo, pero no sé si arte de magia, el cabo logro acertar una granada donde estaba la ametralladora de alto calibre, logro bloquear el objetivo. Gran parte de la tropa lograron pasar hacia el frente y de tomar posición.

Luego de dos hora de tanta travesía, voy con el soldado Nelson, para enfermería, me curan y voy a buscar a mi cabo mi salvador, pero cuando llego hacia mi superior, me notifica , que si estoy bien, le dije, si mi general, le pregunto por mi cabo Michel, lo más triste del caso que , el cabo Michel, nunca llego pasar la playa, lo impactaron tres balas en el pecho, me siento y quedo todo loco, porque entonces que me pregunto, que fue realmente lo que vi, si fue su alma para salvar la mía, el soldado Charles, me dio su cadena, es el único recuerdo del misterio del cabo, que nos salvó, será un misterio de la guerra que nunca lograre entender, cada años me reúno ya sé que estamos algo viejo, con Nelson, Charles a visitar la tumba del cabo Michel.

A vece pienso en la acciones del hombre y en la forma que la naturales responde a esta, que no valoramos, a la vida cuando estamos vivo, ya es tarde cuando la persona que queremos, ya no nos acompaña, así es la guerra de la vida, no sabemos tan injusta puede ser, solo queda su memoria como su legado de su vida.