El argentino Fernando Penovi, que asistía como aficionados al mundial de Rusia 2018 y que se valió de la inocencia de una joven rusa, de 15 años, para hacerle decir obscenidades que atentaba contra la propia dignidad da la adolescente, ha sido debidamente expulsado del mundial y se ha convertido en toda una vergüenza para los pueblos latinoamericanos que repudian tan bochornoso acto llevado a cabo por miserable sujeto.
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Hasta la propia hija del despreciable hombre ha repudiado el hecho donde el desvervonzado Penovi se burla de la dignidad humana y da muestra de lo más rastrero a lo que puede alcanzar la inmoralidad.