Buenos días amigos, hoy quiero compartir con ustedes el poema que escribí el pasado domingo 15 de julio, en homenaje a los niños en su día. Espero les guste, porque además es una reflexión que básicamente deben atender los adultos.
DEJEMOS JUGAR AL NIÑO
Vamos a divertirnos como niños,
qué tan difícil puede ser,
lo fuimos al nacer
y también mientras crecimos.
¿Acaso se nos olvidó la inocencia,
la osadía y la valentía
que solo la pureza puede dar?
Como niños y niñas volvamos a jugar
sin morbo ni pensamientos que mortifiquen la conciencia.
Liberemos nuestro niño interior
y dejemos que corra, brinque y haga tremenduras,
que recupere su ternura
y renazca de nuevo en el amor.
Sigamos sus pasos,
alimentemos su corazón,
y cuando volvamos a ser mayor,
no lo olvidemos o nos lo reclamará a cada rato.
Comentario:
Con este poema reafirmo mi convicción, y tal vez la de muchos, de que de vez en cuando es bueno recordad nuestra niñez, quizás al hacerlo, evitemos conductas y acciones desmedidas, con las que a veces actuamos ante la picardía y las travesuras naturales de los niños, porque propios o ajenos, siempre debemos tratar de entenderlos y educarlos. Para eso somos los adultos, ¿o no?
Autor: Tucídides López @verseador