En este post voy a contarles un poco de lo que hago y el pequeño granito de arena que a porto a la sociedad, todos sabemos la situación que está pasando Venezuela verdaderamente es muy triste y me pone el corazón muy chiquitico cuando veo gente buscando comida en la calle o personas que se acuestan sin comer las 3 veces al día, gracias a Dios hubo un cambio en mi vida hace 2 años y 8 meses Dios trato conmigo, ya que era un muchacho muy indiferente que solo pensaba en sí mismo y no me importaban los demás.
Hoy en día estoy viviendo en el estado Vargas, asisto a una iglesia llamada ministerio apostólico de restauración Rey de Reyes y junto a unas grandes personas vamos a los barrios y sitios en donde ni los mismos políticos se meten, no solo a decirle que hay un Dios que verdaderamente ama, sino también a darles comida sin pedir nada a cambio.
Ese momento en el que niños sonríen y se comen su sopa o lenteja gustosos y sonriendo de verdad es algo que no tiene comparación, cuando veo a familiares que no se hablaban y se empiezan hablar y pedir perdón es algo por lo cual le doy gracias a Dios todos los días por esta gran bendición.