Hace poco estuve hablando con un amigo, el cual me aseguraba que no se puede decidir amar, porque eso no se decide sino que se siente. Yo no estuve de acuerdo con él, y le daba como ejemplo, que las personas no se levantan una mañana diciéndole a su pareja: “Hoy no siento amarte”. No logramos llegar a un acuerdo. Por lo que decidí indagar mucho más al respecto y en búsqueda de una respuesta para la pregunta, la cual da título a este apartado, mi cabeza comenzó a dar vueltas hasta recordar una conferencia acerca del noviazgo que recibí hace unos años, lo cual me llamó la atención una frase que dijo el conferencista, y éste dijo: Amar es una decisión.
Tomando en cuenta que una decisión es una elección que se hace consciente en un conjunto de alternativas distinta, es decir, uno es quien decide si escoger blanco o negro, frío o caliente, dar o no dar. Y el amor es el nivel asignado a algo o a alguien, no el acto sexual como muchos creen, de allí la frase: Hacer el amor, cabe destacar que, el amor no se hace si no que se demuestra. Lo que me lleva a pensar que uno decide si ama o no a alguien.
Para nadie es un secreto que convivir con una persona con otras costumbres no es fácil, pero cuando se decide amar, se está decidiendo aceptar el carácter, costumbres y entre cosas que pueden ser un poco complicado de aceptar, y no solo eso sino que se compromete a enamorar cada día a la pareja. Es por eso que creo que el amor NUNCA muere solo, siempre se requiere de cierto nivel de apatía en la persona para que el sentimiento deje de ser, y la apatía en sí implica que no hay acción, por lo que entonces no sorprende que ya no exista el amor.
Un ejemplo vivo de que Amar es una decisión es la de Ana Hoyer (89 años) y Juan García (94 años), ambos tomaron la decisión de amarse hace 74 años. Siendo ella de Aruba, de profesión enfermera, y él de un pequeño pueblo en Paraguaná. Un buen día se conocieron, comenzaron a compartir sus sueños, ideas, emociones, y no pasó mucho tiempo cuando Ana y Juan tomaron la decisión de amarse en la salud y en la enfermedad, en la abundancia y en la escasez, en la juventud y en la vejez, prometieron no apagar el fuego que sentían el uno por el otro. A pesar de que han pasado 74 años después de esa gran decisión, hoy por hoy se miran como cuando lo hicieron por primera vez. Esas miradas siguen transmitiendo esa felicidad, pasión, entrega y sobre todo ese amor que decidieron tenerse.
Ellos pudieron divorciarse, pero no lo hicieron porque no hubo apatía en su relación, a pesar de que vivieron tiempos difíciles, tuvieron sus altos y bajos pero de una manera sabia manejaban las situaciones, aprendieron a aceptar el uno al otro y a vivir cada día como si fuese el último, porque de eso se trata.
Con sólo ver a estos hermosos abuelitos, quedé convencida de que Amar es una decisión. Podemos decidir dar amor, dar compresión, ser detallistas aunque nos cueste trabajo, aprender a escuchar aunque no sea fácil, entre muchas cosas más, solo basta tomar la decisión de ser así. Lo bueno es que el Amor es como un fuego y se puede avivar cuando se esté apagando.
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoista, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue. 1Corintios 13:4-8(Biblia Nueva Versión Internacional)
Y ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. 1 Corintios 13:13(Biblia Nueva Versión Internacional) Espero sea de agrado para ustedes mis querido Steemians, y espero que opinen a cerca de lo que piensan al respecto.
Gracias @cervantes por permitirme compartir esta historia en esta plataforma.