Sendero de un exilio

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Listo. En mi mente había creado un comienzo ideal a tales escritos, fíjate, estoy atrapado a tus encantos, o en las lenguas triviales maldito a ellos, se asían, como la tentación, por más que sea el hombre ante ella es la antagonista, y en la mujer vive presente como fiel aliada a su merced, hasta que, entre ambos, el trió se consume en los dos empezando a ser protagonista del deseo.

Empezare en la impresión, aislado de la seguridad con la que uno haya un objetivo certero, la confusión abarca en el momento de afrontarla, nos toca improvisar como las mejores cosas de la vida nacen en la espontaneidad, se agrupan las coincidencias, es cuando la casualidad nos brinda uno de los beneficios humanos “el dudar”, es una ocasión perfecta en dar a conocer como soy ante un dilema, no, en un predilema antes de entrar en ella el sitio que lo precede es un campo que ni consigo el terreno por el cual viajo, el sentido de orientación perece al punto de desaparecer, los puntos cardinales se burlan en nuestra razón y es la imaginación quién asume el papel, ni siquiera la intuición da señales, repito así conoces como soy cuando estoy perdido.

Nos obligan a ser fijos ante una meta, e ignoran que la incertidumbre de la vida es un mar inmenso y profundo, el cual, cualquier dirección vas a nadar en la misma agua.

Perdido entre lo perdido, basta encontrarme y retomar con sobriedad mis ideales, sirve de práctica, ser yo mismo armado o desarmado, volviendo a ti, a donde pertenezco, ahí va de nuevo mi coqueteo, pertenecemos a nosotros mismo, que engaño sería eso, pertenecemos al mundo y sus inevitables cambios, sumándonos a cambiar, apenas empiezo, ¿cuál es el apuro?, 22 años esperándote, vas a querer que acelere, ¿vas a echarlo a perder? Por favor disfruta conmigo cada minuto, disfrute el buscarte sin saber que iba hallarte o mentira eso susurraban mis inquietudes, sabía que iba a encontrarte como aquella frase: “andábamos sin buscarnos, sabiendo que andábamos para encontrarnos.” Eres como un sueño lucido cuando eres consciente que es un sueño y las leyes de la realidad son irreales, la fantasía es real.

Disfruta conmigo el descubrirte, vivamos con intensidad la hipérbole que sentimos, la exageración nos denomina, falso, nos gusta vivir al extremo, la sensibilidad con la que gozamos y el azar con la cual buscan las emociones el placer que los demás frente a él son pequeños, es una explosión, nuestros sentidos sienten el murmullo del exterior con tanto afán que el ligarlo con las bendiciones que consideramos con alto privilegio, hacen un dueto sincronizado y somos público ante tal fabuloso espectáculo.

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La vida, vida, vida, a veces somos artistas en otras oportunidades espectadores. Mi corazón es víctima del odio, lo conozco porque he sido victimario, el corazón implora también golpear, pero veo que justificar tan vana acción es debida a un débil espíritu, ¡basta! Sé que es destruir, es magnífico, es la naturaleza humana, al igual que el amor, que mejor destrucción que amarnos que todo corrompe, daña y es compañera del dolor, cuando parece que es el fin, es cuando viene un nuevo comienzo, al interiorizar la pesadumbre, transforma y exacerba quienes somos, el odio solo trae más odio, destrucción tras destrucción, el ciclo del uroboros es la eternidad de la vida y la muerte. Duele observar lo segundo, queremos ser los primeros y nos conformamos con calidad de segunda y tercera, sin embargo sigo mi propio ritmo, suelo ser el último, “los últimos serán los primeros”, y disfruto ser humillado, “el humillado será enaltecido, y el enaltecido será humillado”, refugiándome en versículos de la biblia.

Qué bonito lo anterior, también he humillado y he querido ser el primero, actitudes primitivas, el aprendizaje nos permite el andamio de los peldaños, superando el querer solo carnal, superficial, estético y plástico.
Es hora que hable mi frívolo ser, por supuesto que lo anterior es exquisito, el amar es una cualidad humana que se nos hizo firmar antes de nacer, una condición que nos compromete a ser parte del mundo.

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Ahora seamos fríos, porque existo en la dualidad, entre ellos se cuidan, complementan y afrontan la vida propiamente a mi parecer.

Wow, que profundidad, ahora hablemos del pecado, dulce manjar que los dioses se niegan, porque son perfectos, en cambio el ser humano se divierte en el morbo, en los márgenes y el penetrar al tema, invoca mi pasión, es que el errar es tan normal que a muchas mentes fósiles aún se disculpan con tanta incomodidad, en cambio lo muestro con orgullo y demuestro disculparme, el rectificarlos enseguida conlleva a escalar el crecimiento, es la vía del desarrollo, seamos humanos por favor, equivoquémonos y si nos quemamos en los 7 capitales, que sea con cuidado, el exceso es dañino y pierde el encanto, dependiendo en que.

Epicuro, grandioso filósofo, expresa que el hedonismo es correcto, el fin de la vida es el placer, es malévola dependiendo del medio con el cual se obtienen, diría que también su fin, si buscas enriquecerte a punta de mentiras para terminar emborrachado con prostitutas, ¡Que malgaste de tiempo y vida!, pero ¿quién soy yo para juzgar? Tal vez si el mundo fuera impecable de maldad y sufrimiento, ejecutáramos tales ideas, las ideas que nos incita la excitación sería diferente, el sexo cumpliría un rol importante del gabinete dirigido por la libertad, en grito de nuestros derechos, el recalcarlos que vinimos a ser felices como mejor parezca y plazca.

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Ahora hablemos de ti y de mí:
Que increíble, o mejor dicho creas una melodía que van al compás mío, el ritmo permite ser secuaz musical y amantes, escuchas como yo, escucho como tú, ve como cantas y toco la guitarra, luego pauso, pausas, pausamos, y si callamos, tarareas la música que hay en la mente de este incauto, porque sabía que esto pasaría, me preguntaba si encontrará una mujer poesía, iba a querer leerla cuando ella lea mis entrañas. ¡Basta!

Ahora conoce un trozo de mí:
El ser humano, es predilecto a ser incomprendido, cada uno de nosotros queremos ser salvados, por eso ven que caemos en hábitos, rutinas, monótonas, por más buenas que sean, por dentro hay cierta preferencia al dolor, la inquietud por descubrir quiénes somos, la llevamos a tan extremo, que queremos que alguien nos descubra, vea en nosotros lo que buscamos al fondo, ves que el sosiego abunda desde los tiempos remotos antes de Cristo, hasta hoy en día seguimos en esa brusquedad, o tal vez escribo esto por la pesadumbre que siento, caemos en supersticiones porque la realidad desembarca la verdad, la razón exacta de existir, porque somos inexactos, la lógica queda limitada por eso mismo es matemática entre ello compite por ser perfecta, de inmediato caemos o chocamos al margen cuadrado, la imaginación permite arribar tales delimitaciones, a un mundo misterioso, profundo con el cual se identifican las almas ambiciosas, el hombre y la mujer es víctima del pecado capital.

En la biblia es clara cuando Dios le obsequia la abundancia, aun así, desconociendo que de ahí es lo máximo que podemos obtener, vamos más allá, porque el exceso de presencia es motivo de ausencia en el interior, porque el exterior es una ilusión, a veces queremos que nos falte, es ahí donde la avaricia se manifiesta, queremos todo, desde la abundancia y lo escases o si especifico, la nada.

Lo temporal, efímera, tal vez inconscientes lo sabemos necesitamos lo atemporal, la eternidad misma, la muerte es morbo y tabú, queremos un poco de ella, con tanta vida, aun así, es irrefutable la idea de querer transcender, explorar terrenos inhóspitos, es ahí cuando chocamos en la duda, con sublime ironía, día a día morimos un poco, nos acercamos a nuestra fecha de expiración. Cada día ignoramos mientras indagamos en la sabiduría, es por eso que somos inquietos, así estemos durmiendo, en los sueños viajamos en el mismo objetivo que nos motiva a continuar, averiguar el ¿por qué? Y es lo que haré ahora, necesito reposar cuerpo, mente y alma.

*¿Qué tal? Cuando la tristeza invita una botella de melancolía con 77 grados de angustias.
Suelo ser risueño, una elocuencia, y ardida alegría. Reír es un placer, aparte de los placeres carnales, existen los placeres del alma, según me cuenta un alma conocida, el cual de ahí conozco al majestuoso Epicuro. Hedonismo has ganado un fiel seguidor. *

En detenimiento observo mis estados cambiantes, desde lejos se encuentra en la sombra el que se encarga de cuidarlos, poner base e implementar fundamento, es amigo de la aflicción y de la rabia, y está aquí latente, apunto de tomar el dominio, se lo permito, lo merece es su hora.

Ahora toca hablar egoísta al resto, a lo anterior escrito:
¿Ves cómo se disfruta con el alma? Maravilloso, majestuoso, magnifico, las m identifican millonésimamente el valor de tal declaración.

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Por más lejos que llegue siempre retorno a mi:

Suelo ser solitario, despegado de las personas y las cosas, aunque con fervor intente ganármelas, al ver que son mías o permiten entregarse, les huyo, entiendo porque prefiero las amistades superficiales, y amores efímeros el cual disfruto en mi mente. Mi soledad es un privilegio para mí, separarme de ella es dividirme en cambio hay ciertas personas encajadas al perfil complejo, mientras vacilo con los afortunados que me encuentren, comparto mi persona con quienes residuos del concepto verdadero del tiempo desconocen. No es un reloj, es el momento, no son segundos, minutos ni horas, es la eternidad, tampoco los días, meses y años, es lo infinito.