Muchos de nosotros tenemos en nuestros hogares objetos hechos de lo que cotidianamente llamamos hierro, ya sean muebles, camas, mesas, sillas, lavadoras, entre otros. Pero sabias que no es correcto llamarlos de "hierro".
Si bien es cierto en su composición química hay una gran parte de hierro, casi en su totalidad. Pero, las cosas elaboradas con hierro no son propiamente este metal, ya que, si esto fuera cierto, no se podrían elaborar dichos objetos.
¿Porque?
El hierro es el cuarto elemento mas abundante en el planeta. Este metal es altamente duro, pero poco manejable y por si solo no puede se utilizado, a menos que sea usado para aprovechar su potencial magnético.
Lo que comúnmente llamamos hierro en realidad es acero, si, acero. El acero es hierro, pero con una cantidad de aproximadamente 2.1% de carbono en su composición, dándole una gran cantidad de aplicaciones en la industria metalúrgica.
El acero es indispensable debido a su bajo precio y tenacidad, especialmente en automóviles, barcos y componentes estructurales de edificios.
Aceros inoxidables: uno de los inconvenientes del hierro es que se oxida con facilidad. Añadiendo un 12 % de cromo se considera acero inoxidable, debido a que este aleante crea una capa de óxido de cromo superficial que protege al acero de la corrosión o formación de óxidos de hierro. También puede tener otro tipo de aleantes como el níquel para impedir la formación de carburos de cromo, los cuales aportan fragilidad y potencian la oxidación.
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Fuentes