ALTAR FAMILIAR.
PAN DE VIDA.
Josué 6:2:
“Más Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra”.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
ORACIÓN EN FAMILIA
“PADRE, GRACIAS POR TUS BONDADES Y TUS MARAVILLAS PARA CON NUESTRA FAMILIA. TE DAMOS TODA LA GLORIA Y EL HONOR A TI PORQUE TÚ ERES EL DIOS DE MILAGROS Y CREEMOS QUE ESTE SERÁ UN TIEMPO DE EXALTACIÓN Y DE BENDICIÓN PARA NOSOTROS. SERÁ UN TIEMPO DE RECOMPENSA PARA TUS HIJOS Y PARA TU IGLESIA, Y LO CREEMOS EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMÉN”.
PRINCIPIOS DE BENDICIÓN PARA LA FAMILIA _
EL SEÑOR TRAE UNA PALABRA DE ROMPIMIENTO Y APERTURA CUANDO TODO PARECE QUE ESTA CERRADO (JOSUÉ 6:1-3).
La razón del por qué Jericó estaba “cerrada, bien cerrada” era por causa de los hijos de Israel, ya que la gente que vivía en esta región estaba llena de temor porque habían escuchado de las grandes maravillas que el Señor había hecho con la nación de Israel, oyeron de cómo el juicio de Dios cayó sobre Egipto, escucharon que el Señor abrió el mar rojo y como ellos derrotaron a sus enemigos (Josué 2:9-11).
El Señor estaba afirmando la fe de Josué y de todo Israel para la conquista de Jericó, el Señor tenía que hacerlo. Recuerden el mal informe que los espías habían dado 40 años atrás donde decían que era difícil conquistar esa tierra porque habían gigantes y ciudades fortificadas, ciudades rodeadas de grande muros, ciudades con una gran resistencia y oposición para ser tomadas y ser conquistadas. Es por eso que, este informe de esta mujer a estos espías era una gran noticia de fe.
No obstante, el mismo Señor se le aparece y se manifiesta como el príncipe del ejercito de Dios que había venido para ayudarle, le habló y le enseñó lo que tenía que hacer (Josué 5:13-15). Lo primero que le dijo el Señor en esta gran visión sobrenatural lo vemos en Josué 6:2 que dice: "Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra".
Pero, en medio de las grandes noticias de fe que le dio la mujer a los espías y que ellos informaron a Josué, la aparición del mismo Señor preparado para la Guerra, la palabra que el Señor le dio que le había entregado a esa tierra, había un problema: Jericó estaba cerrada, bien cerrada (Josué 6:1). A veces, el Señor se manifiesta con poder en nuestra vida, y recibimos una Palabra los días domingos que nos levanta, una Palabra de conquista, una palabra que nos dice que somos águilas, una Palabra de rompimiento pero, cuando vamos a nuestra vida cotidiana, a nuestro trabajo o nuestros quehaceres, vemos que todo está cerrado y no solo está cerrado, sino que está bien cerrado.
En ocasiones, podemos ver que Dios hizo grandes maravillas en el pasado, como la nación de Israel que 40 años atrás vio el milagro del mar abrirse y traer una gran apertura para la liberación de su nación; podemos pensar que Dios hizo maravillas en el pasado, pero no puede hacer maravillas en el presente porque es otra época.
Imaginen que Jericó estaba amurallada con unos muros que tenían el ancho suficiente para que corrieran dos carretas tiradas por caballos, las puertas eran muy gruesas y resistentes y, prácticamente, podemos decir que Jericó era una ciudad impenetrable, una ciudad inconquistable, una ciudad cerrada, bien cerrada (hermética).
Por momentos, en el propósito de Dios nos conseguimos con fortalezas cerradas, bien cerradas, y esas grandes fortalezas las podemos conseguir en las mentes de las personas. Pareciera que es imposible que se salvará y decimos “son duros de salvar” porque tienen una mentalidad tan cerrada que parece algo imposible para que la luz del evangelio les resplandezca, pero el Señor es poderoso y derriba esa fortaleza a través de su Palabra y su poder, y las personas así son salvadas y transformadas.
Igualmente pasa con creyentes que tienen años congregándose pero tienen muchas fortalezas en su mente y muchas altiveces, se resisten y se oponen a ser discipulados, se creen más sabios que los ministros que el Señor les pone para enseñarles, quieren creer y servir a Dios a su manera de acuerdo a su comodidad. A estos llamo "Duros de Discipular" porque tienen fortalezas tan gruesas y anchas como los muros de Jericó, pero las armas del ministerio apostólico son poderosas para derribar toda clase de fortalezas, y la unción apostólica es tan fuerte que provoca que la persona permite que se le derriben esos pensamientos y formas de pensar incorrectas a través de la rendición o el mismo Señor lo hace pasar por un proceso fuerte donde ellos se tienen que rendir. Esto nos lo enseña Mateo 21: Gloria de Dios, o quieres ser desmenuzado y hecho polvo.
También hay familias, ciudades y regiones con grandes fortalezas, estas son ideologías que se levantan contra el conocimiento de Dios (2 Corintios 10:3-5), pero mientras algo parece que está bien cerrado y que es impenetrable, más rápido será aperturado y tomado para el evangelio.
En 2 Corintios 10:3-5 vemos que hay dos clases de fortalezas o muros: El primero son los argumentos que están en nuestra mente, y luego las altiveces en el espíritu. Quiere decir que hay dos fortalezas, en las mentales y las espirituales.
Cuando viene la Palabra revelada o la Palabra de vida, tus argumentos y tus pensamientos quieren ahogarla y rechazarla para que no produzca el efecto deseado, tal y como la parábola del sembrador: hay gente que se endurecen como el camino, otros que son sembrados en entre las piedras (que son personas que reciben la palabra en sus emociones, pero no tiene profundidad), otros sembrados en los espinos (que son el afán y el engaño de las riquezas que hacen infructuosa la Palabra) (Mateo 13:19-23). Debemos dejar que la palabra de Dios quite toda dureza, toda piedra, todo espino y que nos haga buena tierra.
Debes saber que, detrás de los argumentos o los muros en tu mente están operando espíritus malignos que refuerzan tu manera de pensar equivocada. Les voy a ilustrar esto de esta forma: Tu manera de pensar o tu esquema o estructura de pensamiento es la casa o el castillo donde viven los espíritus malignos.
¿Qué hace la liberación sin la renovación? Echa fuera los espíritus pero deja intacta la casa (Mateo 12:45). Debemos liberarnos y echar fuera los espíritus malignos, pero también debemos derribar la casa, derribar los muros, y edificar nuestra vida como casa espiritual para que habite y se manifieste el Espíritu Santo. No puede haber renovación sin liberación, y no puede haber liberación sin renovación; hay que romper con las fortalezas mentales y con las fortalezas y resistencias de maldad.
Las fortalezas mentales y espirituales pueden gobernar a personas, familias, comunidades, a una nación y naciones, y tienen un propósito: oponerse al propósito de Dios, a la predicación del evangelio, a hacer discípulos en todas las naciones y que se manifieste la voluntad de Dios agradable y perfecta.
La ciudad de Jericó no solo tenía muros físicos, sino una gran oposición y resistencia espiritual, esto se debía a que los habitantes de este lugar sacrificaban a los niños en el muro, eran muy idolatras y trabajaban con la oscuridad. Por esa razón el Señor le dijo que usaran armas espirituales:
- Dar vueltas y rodear el muro por 6 días (Josué 6:3)
- Usar el poder de los sacerdotes, el poder de la intercesión y adoración (Josué 6:4-5)
- Llevar el arca del pacto, que era figura de la presencia y la Gloria del Señor (Josué 6:7)
- Alabar y adorar con júbilo y fuerza (Josué 6:16).
¿Cuál fue el resultado de todo esto? Josué 6:20 dice: "Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó…”.
Lo cerrado se abrió, lo cerrado bien cerrado se apertura. Profetizo en el nombre de Jesús, que a través de todas armas espirituales que el Señor nos ha dado (la oración, el ayuno, los pactos de generosidad, la alabanza y adoración, las veladas, vigilias, la Palabra profética, el Altar Familiar,
Casas de Salvación, el nombre de Jesús, el Poder de la sangre de Cristo, el poder del Espíritu Santo, la unción apostólica y profética), toda resistencia y oposición del mal se derrumba en el Nombre de Jesús.
El rompimiento para una gran apertura no se logra con fuerza carnales y naturales (2 Corintios 10:3) porque lo carnal y lo natural es débil, en cambio, lo espiritual es poderoso. Lo cerrado se abrirá solo a través de las armas espirituales, así que alaba al Señor delante de lo cerrado y se abrirá. Cree la palabra profética de apertura aunque parece que todo está cerrado, alaba al Señor donde parece que todo será cerrado, has actos proféticos en medio de lo que está cerrado, has el Altar familiar en medio de lo cerrado, has Casas de salvación y predica la palabra y todo se abrirá.
Todo lo cerrado será aperturado, todo lo cerrado será tomado, todo lo cerrado será conquistado y todo lo cerrado será derrumbado.
GENEROSIDAD EN LA FAMILIA _
La nación de Israel, del oro y lo que tomaron de esa gran victoria lo dedicaron al Señor y fueron generosos con Dios (Josué 6:24). Es un tiempo de darle al Señor lo mejor, y como Dios ha traído apertura, avance y rompimiento, dale al Señor lo mejor y levanta una ofrenda de gratitud.
DECRETO APOSTÓLICO _
DECRETAMOS EN EL NOMBRE DE JESÚS, QUE VIVIMOS EN APERTURA Y AVANCE, QUE ESTAMOS EN UN TIEMPO NUEVO PARA NOSOTROS Y NUESTRA FAMILIA, QUE YA TODA RESISTENCIA DEL MAL HA SIDO ROTA Y QUE ENTRAMOS EN UN TIEMPO DE RENOVACIÓN Y DE LO NUEVO DE DIOS. CREEMOS QUE EN CRISTO, TODAS LAS COSAS SON NUEVAS Y QUE LAS COSAS VIEJAS PASARON.
AUTOR: APÓSTOL HOLVER ESCALA
#AltarFamiliar #RompimientoAperturaYavance.